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Malos presagios en I+d+i

España lidera un 8,1% de los proyectos de investigación y desarrollo (I+D) que se desarrollan a través del VII Programa Marco (PM), principal instrumento de la Unión Europea (UE) para financiar acciones de investigación, desarrollo tecnológico y demostración de alcance europeo.

Esta tasa de liderazgo es la más alta alcanzada por nuestro país en su participación en las distintas convocatorias de este instrumento europeo de apoyo a la I+D, superando el anterior techo del 7,3% alcanzado al finalizar el V Programa Marco. Además, hasta el mes de junio de 2011, el retorno obtenido por la participación de las 1.393 entidades españolas con actividades financiadas en el VII Programa Marco fue de 1.326 millones de euros (hay que tener en cuenta que este instrumento tiene vigencia para el periodo 2007-2013), frente a los 942 millones de euros alcanzados con ocasión del VI PM y los 626 millones del V PM.

Por otro lado, la tasa de éxito española -esto es, el porcentaje de proyectos financiados con relación a las propuestas presentadas- en el VII Programa Marco se sitúa en el 20,7%. El presupuesto del mismo es de 50.521 millones de euros. Estas cifras, referidas por el Ministerio de Ciencia e Innovación del anterior Gobierno de España, indican que a pesar de todo se está progresando en este ámbito.

Optimismo en entredicho

Pero este esbozo de optimismo puede quedar en entredicho si nos atenemos a otros indicadores existentes. Y es que el gasto en investigación, desarrollo e innovación en España se situó en 2010 en el 1,39% del PIB, según datos adelantados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que refleja un estancamiento en el proceso de convergencia hacia los parámetros europeos, ese cada vez más quimérico 2% del PIB en que se cifra la media de los países de la UE.

En cuanto al nuevo Gobierno de España, ahora ya conocemos los términos en los que se concreta la reducción presupuestaria que contempla el acuerdo de no disponibilidad. En el caso que nos atañe, se ha impuesto un recorte de 600 millones de euros a subvenciones y préstamos en I+D+i.

Esta medida pone en cuestión el objetivo fundamental que debería primar en este ámbito, que no es otro que el de incentivar que el sector privado se implique en innovación, porque ya hemos visto que esta actividad permite un retorno positivo -así lo certifican los datos que se indican al principio de este artículo- para el conjunto de la economía española y representa un factor esencial para su competitividad.

Tengamos en cuenta además que, para lograr los objetivos del llamado Espacio Europeo de Investigación (que no son otros que la creación del mercado interior de investigación y la mejora de la coordinación de las actividades nacionales y regionales), la Comisión Europea ha propuesto que la dotación europea del nuevo Programa Marco para la Investigación y la Innovación, conocido como Horizonte 2020, alcance los 80.000 millones de euros para el periodo 2014-2020.

Es decir, mientras que los recursos económicos destinados a la I+D+i aumentan a nivel de la Comisión Europea, en España se opta por los recortes. Malos presagios pues para la I+D+i en nuestro país, a no ser que los Presupuestos Generales del Estado para 2012, cuya presentación se prevé para finales de marzo, nos deparen una sorpresa positiva en el último momento.

Xavier Cazabon, Director general de F. Iniciativas.

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