
Son relativamente nuevos en España y empezaron a comercializarse en 2007. Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático, conocidos popularmente como PIAS, se han convertido en una de las formas de ahorro que más ha crecido en los últimos años. Su rentabilidad, sus beneficios fiscales y su sencilla liquidez son las características más valoradas por los clientes.
La recomendación del Banco de España de imponer un límite a las rentabilidades a los depósitos bancarios, establecido en un 1,75% TAE a 12 meses y un 2,25% TAE a dos años, podría darles un impulso. Ya que los límites de los PIAS sólo están en las aportaciones, un máximo de 8.000 euros al año y un máximo de 240.000 en la totalidad del plan.
Como muestra de su creciente éxito, al cerrar el primer semestre de 2012, los PIAS contaban en España con 694.263 asegurados, un 7,08% más que en enero de 2012 y un 18,86% más que el año anterior, según informan fuentes de la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA), patronal del sector.
El objetivo de los PIAS, explican las mismas fuentes, es fomentar "un ahorro sistemático que en el futuro complemente la pensión pública de jubilación". Están destinados, "a cualquier ahorrador aunque el perfil medio sería el de una persona que inicia sus aportaciones entre los 40 o los 50 años". A pesar de ello, "cada vez hay más clientes que ingresan sus cuotas a edades más jóvenes", concluyen.
Su rendimiento depende de la compañía y de la evolución de los mercados financieros, entre otros factores, y puede oscilar entre un 3,00% y un 5,00% TAE, según han informado fuentes del sector. Los hay conservadores, con una rentabilidad fija, y otros con más variables.
Entre otros, AXA Seguros ofrece un 3,00% TAE en su PIAS. Otras aseguradoras tienen en marcha productos con rentabilidades variables, como el Liberty PIAS Flexible, en el que el primer y segundo semestre propone un 4,00% y un 3,00% TAE, respectivamente, y durante los dos años siguientes entrega un 2,00% TAE.
Por su parte, los depósitos a plazo fijo pueden llegar a ofrecer una rentabilidad de hasta el 3,00% TAE por una aportación de 8.000 euros durante un año, según el comparador de depósitos a plazo fijo Bankimia. Es el caso del Depósito Ruralvía de Caja Rural de Granada y el Depósito Bonificado de Bantierra.
Beneficios fiscales, liquidez y seguridad
Por tratarse de un plan de ahorro a largo plazo, los PIAS cuentan con un tratamiento fiscal muy favorable. "La rentabilidad que hayan generado hasta el momento en el que se empieza a cobrar como una prestación no tributa IRPF porque se entiende que es una ayuda a la pensión pública", argumentan desde UNESPA.
Así, para quedar exento de tributación, han de transcurrir más de 10 años desde la primera aportación al plan y esta se ha de cobrar como una prestación de renta vitalicia. Por eso, si bien se puede disponer del dinero invertido en un PIAS de forma total o parcial antes de tiempo, éste perderá todas las ventajas y se le gravará un IRPF del 21% hasta los 6.000 euros, un 25% hasta los 24.000 y un 27% para cantidades superiores a 24.000 euros.
Finalmente, desde UNESPA insisten en la "seguridad de la inversión" en este tipo de producto, ya que "está garantizada por la solvencia del seguro". Además, el dinero se recuperaría al 100% en el caso hipotético que una aseguradora fuera a la quiebra. La devolución está garantizada por el Consorcio de Compensación de Seguros, ente dependiente del Ministerio de Economía y que actúa como un fondo de garantía.
"El consorcio paga a los clientes de las aseguradoras antes que a nadie", recalcan desde la patronal. Añaden que los concursos de acreedores en el sector son "muy puntuales porque las aseguradoras, cuyo nivel de solvencia está por encima de lo exigido, están obligadas a invertir en activos sólidos".
Con todo, en el caso de fallida, "que ha sucedido en muy pocas ocasiones, sólo en compañías muy pequeñas" los clientes que hayan confiado sus ahorros en alguno de sus productos "han recuperado el 100% de su inversión más la rentabilidad en poco más de un mes".
Por otra parte, en el caso de quebrar la entidad financiera en la que se tiene un depósito a plazo fijo, se podría recuperar hasta 100.000 euros del capital si el banco o caja está adherido al Fondo de Garantía de Depósitos español.