Bomberos y policía continuaban el domingo buscando a dos personas que permanecen desaparecidas tras la explosión de una potente furgoneta bomba en el aparcamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas.
El atentado, el primero de ETA desde que la banda declaró un alto el fuego permanente en marzo, ha supuesto la suspensión del diálogo con la banda armada que el Gobierno había iniciado tras la tregua.
La Federación Española de Municipios y Provincias llamó a todos los ciudadanos a que lleven a cabo concentraciones silenciosas ante sus ayuntamientos el domingo a mediodía, momento para el cual la Asociación de Víctimas del Terrorismo había convocado también una manifestación en la madrileña Puerta del Sol.
En esta segunda concentración, cientos de personas reclamaron al Gobierno que "nunca más vuelva a negociar con ETA", ya que consideran que estos meses sólo han servido para que "la banda terrorista sea más fuerte".
Nacionalidad ecuatoriana
Los hombres desaparecidos en el atentado, al parecer de nacionalidad ecuatoriana, se encontraban en el interior del aparcamiento cuando se produjo la explosión, para la que se utilizaron entre 500 y 800 kilogramos de explosivos, según el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada.
El primer desaparecido es un varón ecuatoriano que se quedó en el coche del aparcamiento de la terminal mientras su pareja iba a recoger a un allegado que aterrizaba en un vuelo a primera hora de la mañana. Del segundo, el Ministerio del Interior sólo dijo que se cree que estaba en el interior del aparcamiento.
La explosión dejó además 19 heridos leves y siete atendidos con ataques de pánico y ansiedad.
Labores de desescombro
Los equipos habían sacado el domingo algunos de los vehículos que quedaron sepultados entre las ruinas del edificio, pero la labor de desescombro podría durar días puesto que hay apiladas toneladas de hormigón.
"El trabajo es muy lento, se han descubierto bastantes vehículos, y se van examinando uno a uno (por parte de la policía judicial", dijo Luis Villarreal, jefe de bomberos de la Comunidad de Madrid, en declaraciones a RNE.
Además, decenas de ciudadanos se acercaron a la Terminal 4 para conocer el estado de sus vehículos estacionados en el aparcamiento siniestrado.
Aunque el tráfico aéreo ya está completamente restablecido desde ayer, las autoridades siguen recomendando a los pasajeros y ciudadanos que utilicen el transporte público para trasladarse al aeropuerto.
Atentado con furgoneta bomba
La bomba explotó hacia las nueve de la mañana, una hora después de recibirse la primera de las tres llamadas, la última en nombre de ETA, que alertaba de la colocación de un artefacto de gran potencia en una furgoneta Renault Traffic.
ETA ya colocó un coche bomba en un aparcamiento del aeropuerto de Barajas en el 2001, cuando aún no existía la Terminal 4.