
La Comisión Tercera del Parlamento colombiano, encargada de cuestiones económicas, ha solicitado al Gobierno que intervenga Electricaribe, filial de distribución eléctrica de Gas Natural Fenosa (GNF), ante el riesgo de que se produzcan apagones en los siete departamentos de la costa caribeña en los que presta servicio y el Gobierno se lo está planteando. La empresa se defiende, alegando que el marco regulatorio y tarifario -este año se revisa- es insuficiente para que pueda hacer bien su trabajo.
Electricaribe atraviesa problemas financieros y la Comisión analizó el martes su capacidad para seguir suministrando energía a 2,6 millones de clientes y para invertir los casi 630 millones de euros -2,2 billones de pesos colombianos- que le reclama el Gobierno para mejorar el suministro eléctrico, según el llamado Plan5Caribe.
Hace dos meses, ocho gobernadores y 16 alcaldes ya pidieron formalmente al Gobierno que otros operadores de redes asuman las funciones de la empresa al entender que su calidad de suministro es mala y con demasiadas interrupciones; particularmente grave fue el apagón sufrido en enero en Barranquilla, que afectó a unas 600.000 personas durante 40 horas.
Y hace unos días, el director de la Federación Nacional de Departamentos, Amylkar Acosta, alertaba de que en agosto podría producirse un "apagón general" porque Electricaribe no está en condiciones económicas de mantener la actividad. Concretamente, advertía de que su falta de liquidez -según dijo, tiene importantes e inminentes vencimientos de deuda- iba a provocar que el transportista eléctrico, XM, le cortase el suministro.
Auditoría especial en marcha
Durante el debate de la citada Comisión, el superintendente de Servicios Públicos, José Miguel Mendoza, indicó que ya tiene un equipo para hacer una "auditoría especial" que "analizará cuáles son las salidas más pertinentes a la crisis financiera por la que atraviesa Electricaribe y que no le han permitido llevar a cabo un servicio de calidad".
Preguntada GNF por elEconomista, la empresa indica que "Electricaribe viene realizando importantes inversiones en la región Caribe de Colombia donde opera, algunas de ellas bajo el llamado Plan5Caribe. Sin embargo, debido a deudas y pérdidas acumuladas derivadas de factores externos a la gestión de la compañía, nuestros planes inversores se han visto ralentizados en relación con nuestro habitual ritmo inversor".
Y acto seguido añade que "Gas Natural Fenosa continúa comprometida con el desarrollo del país y de esta región en concreto. No obstante, considera que Colombia es un mercado en crecimiento que precisa de soluciones estructurales, tal como lo ha planteado reiteradamente a todos los agentes del mercado con el objetivo de garantizar la viabilidad del sistema, y buscando a su vez, la protección de sus inversiones en este país."
Insuficiencia financiera
Este año, aún sin fecha, se revisarán las tarifas de Electricaribe, lo que explica buena parte del estruendo político, pero más allá de ello, la regulación eléctrica colombiana tiene problemas de diseño.
En el modelo colombiano, el distribuidor cobra a sus clientes y paga tanto a los generadores conectados a sus redes como al transportista al que le adquiere la energía, de modo que dos tercios de sus costes le son ajenos, pero debe sufragarlos. Y si no paga al transportista, éste no le suministra electricidad para vender a sus clientes, produciéndose el temido apagón.
El grueso de los clientes de Electricaribe viven en zonas pobres y, por culpa de la sequía, la generación hidráulica ha bajado mucho y el precio de la luz ha subido un 30 %. Como resultado, los impagos, ya importantes, se han disparado, incluso entre entidades públicas como los hospitales. A eso hay que añadir que los enganches ilegales y el fraude están a la orden del día, con notable impunidad.
Rafael Villaseca, consejero delegado de GNF, aclaraba durante la presentación de los últimos resultados que la morosidad del Grupo ha subido un 13 % por Colombia; en toda Latinoamérica suma 22 millones más. Villaseca también añadió que "esperamos cambios regulatorios importantes y apoyo por parte del Gobierno que permitan resolver esta cuestión".
El ministro de Minas y Energía de Colombia, Germán Arce, ha confirmado conversaciones con GNF para solucionar la situación, y durante la citada Comisión le dio la razón: "Cambiar el operador no arreglará el problema, si lo que necesitamos es una nueva estructura, un nuevo modelo de prestación del servicio, algo que estamos adelantando con el Plan5Caribe".
Eso sí, también indicó que está barajando que otros operadores presten un servicio que Electricaribe no parece capaz de ofrecer, precisamente lo que le pidieron los gobernadores y los alcaldes.
El Plan5Caribe, lanzado hace un año, aspiraba a solucionar el problema eléctrico en la región, que se remonta muy atrás. Su gerente, Edgardo Sojo, declaró en la Comisión que la filial de GNF no tiene solvencia para operar ni para acometer las inversiones previstas.
Electricaribe aportó 258 millones
GNF entró en distribución eléctrica en Colombia en el año 2000. En la actualidad tiene un 85% de Electricaribe, el tercer distribuidor de electricidad del país, con el 21% de cuota. Su actividad está regulada y le aporta un retorno del 13,5% real antes de impuestos.
Durante el año pasado le permitió sumar 258 millones al resultado bruto de explotación ('ebitda') y en su Plan Estratégico 2016-2020 augura que crezca a un ritmo del 3% anual hasta el final de la década.
GNF también tiene actividad en la distribución de gas -es el líder del mercado, con un 38%- y su filial Global Power Generation cuenta con proyectos para construir 100 MW de generación eléctrica.