
Mientras la industria del juguete flaquea en todo el mundo en unas navidades marcadas por la crisis, Lego podría registrar unas ventas récord este año en Estados Unidos, lo que permitiría aumentar su facturación total más del 12% previsto por el propio fabricante. La razón de este éxito es que en tiempos de crisis los padres buscan juguetes más duraderos.
"Nos preparamos para unas condiciones bastantes difíciles porque el panorama macroeconómico no parecía muy bueno", ha declarado el máximo responsable de Lego en América, Soren Torp Laureen. "Nos ha sorprendido mucho que la demanda de nuestros productos haya empezado a acelerarse cuando las malas condiciones del mercado se intensificaron", añade a la vez que reconoce que la empresa ha tenido un "año excepcional" en Estados Unidos y Gran Bretaña.
Tanto Lego, la compañía danesa que es el mayor fabricante mundial de juegos infantiles desmontables, como K?NEX Brands, que fabrica elementos constructivos en plástico, aseguran que sus ventas están subiendo.
Según el analista del sector juguetero Chris Byrne, los juegos de construcción tradicionalmente se han vendido bien en tiempos en los que la economía se debilitaba porque las familias pueden agregar piezas a los que ya poseen. "Los padres y los niños ya tienen una inversión en la propiedad", indica Byrne. "Se añade un nuevo juego y el conjunto cobra importancia y novedad otra vez".
El sector se debilita
Las ventas de juguetes probablemente caigan al menos un 5% este año, según apunta en un informe Sean McGowan, analista del sector en Needham & Co, en Nueva York.
Las ventas bajaron un 1,1% hasta los 13.300 millones de dólares (9.466 millones de euros) en los 10 primeros meses del ejercicio, según NPD Group. La facturación de juegos de construcción subió un 30% en el período, especificó la firma de análisis, con sede en Nueva York.