
El constructor de automóviles estadounidense Chrysler, cuya suerte está supeditada a la obtención de ayuda financiera de Washington, anunció este miércoles un paro técnico de todas sus fábricas durante un mes. Al invocar un mercado automotor en caída y la interrupción del crédito al consumo en Estados Unidos, Chrysler dijo que debía proceder a "ajustes significativos en su calendario de producción".
"Todas las capacidades de producción de Chrysler serán interrumpidas tras el último turno del viernes 19 de diciembre. Los asalariados afectados no regresarán a su trabajo hasta al menos el lunes 19 de enero de 2009", informó la empresa.
Esta decisión se produce justo después de que la Casa Blanca anunciara no haber decidido de qué forma ayudar a su industria automovilística, y en relación especialmente a General Motors y Chrysler, que se acercan a la bancarrota.
El senador Bob Corker, uno de los principales negociadores republicanos, indicó que representantes del departamento del Tesoro estaban analizando junto con directivos del motor cómo cumplir su promesa de no dejar hundir al sector.