
Unesa, la patronal de las cinco grandes eléctricas, ha sorprendido a los extraños -no así a los propios- al emitir una nota de prensa en la que defiende un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que reclama reducir la retribución de su actividad de distribución, que ascenderá este año a 5.475 millones de euros, casi el 30 por ciento de los costes del sistema eléctrico.
El documento, adelantado por elEconomista, expone con gran detalle las cuentas de las filia-les reguladas de EDP, Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola y Viesgo, mostrando algo que les ha gustado a todas: son eficientes y están bien gestionadas. Prueba de ello es que durante el periodo analizado, de 2013 a 2016, sus gastos de explotación se han reducido un 16% y sus márgenes han crecido del 26% al 33%.
Además, resulta que están cumpliendo con lo exigido por la normativa a la hora de invertir; aunque el ministro Nadal acuse a alguna compañía de lo contrario, hacen los deberes y destinan unos 1.000 millones anuales a mantener y mejorar las redes e infraestructuras de baja tensión. Y eso, recalca Unesa, se nota: el tiempo medio de interrupción disminuyó un 32% durante los tres años analizados.
Gracias a esa buena gestión, y a la fórmula retributiva escogida por el Gobierno, los ingresos de las firmas se han disparado: su rentabilidad media (ROE) es del 12,3%.
Con gran contraste, la legislación establece que la retribución financiera de la distribución -atendiendo a que es un monopolio natural sin riesgo- ha de ser del 6,5% sobre el valor neto de los activos a coste de reposición. En consecuencia, la CNMC considera que debe revisarse "para adecuarla al coste de los recursos propios y ajenos de las distribuidoras, que han evolucionado a la baja". Y esto también ha hecho las delicias de las eléctricas.
Efectivamente. Esa tasa del 6,5% se obtiene añadiendo un diferencial de 200 puntos básicos sobre el rendimiento del Bono del Tesoro a 10 años, y está vigente por periodos regulatorios de seis años. Cuando se fijó la tasa actual, el rendimiento del Bono estaba mucho más alto de lo que estará cuando toque revisarla, en 2020, por lo que la próxima tasa bajará e impactará en las cuentas de las compañías.
La CNMC, con sutileza, le dice al Gobierno que modifique el estipendio de la distribución para que se ahorme mejor a la realidad de las empresas, "al coste de sus recursos propios y ajenos", y Unesa, en la misma línea, reclama "una metodología objetiva" para calcular sus ingresos.