
El Ministerio de Agricultura va a reforzar los planes para luchar contra la sequía, introduciendo indicadores comunes en los análisis de las confederaciones hidrográficas. Con ello se homogeneizará la identificación de las situaciones de escasez que derivan en la adopción de medidas excepcionales, como pueden ser la restricción del suministro, la rebaja de los caudales ecológicos o la movilización de recursos extraordinarios.
La reserva hidráulica está al 36,5% de capacidad, el peor dato desde 1994 y, a pesar de las recientes lluvias, afrontamos una sequía prolongada que asuela el campo, comienza a sentirse en ciudades importantes y obliga a tomar medidas adicionales.
Hasta la fecha, Agricultura ha promulgado tres Reales Decretos de Sequía para las cuencas más afectadas, las del Segura, el Júcar y el Duero, y ha aprobado más fondos para los seguros agrarios, entre otras ayudas destinadas a aliviar el perjuicio para el sector primario.
Ahora acaba de sacar a información pública una Instrucción Técnica para la elaboración de los Planes Especiales de Sequía que revisa su estructura actual -datan de 2007-, incluyendo indicadores hidrológicos comunes a todas las cuencas para obtener una visión de conjunto armonizada y comparable.
Sequía prolongada
Estos indicadores, además, permitirán diagnosticar separadamente la sequía prolongadada -una situación persistente e intensa de disminución de las precipitaciones con reflejo en las aporaciones hídricas- y la escasez coyuntural, en la que resulta imposible atender a las demandas de agua.
Ambos casos tienen asociados medidas específicas diferentes, así en el de sequía prolongada no se considera infracción de la normativa comunitaria que las masas de agua no tengan la calidad exigida -algo sujeto a eventuales sanciones- y se establece un régimen de caudales ecológicos menos exigente de lo habitual. En el de escasez, hay cuatro escenarios en cascada, con actuaciones que se van acumulando progresivamente: normalidad, sin medidas coyunturales; prealerta (escasez moderada), vinculado a medidas de ahorro y control de la demanda con carácter preventivo; alerta (escasez severa), con medidas para la conservación y la movilización del recurso, planteándose la reducción de suministros, la habilitación de sistemas de intercambio de derechos y mayor vigilancia ambiental; y emergencia (escasez grave), con medidas excepcionales.
Los nuevos indicadores se establecerán a partir de registros pluviométricos, aportaciones hídricas medias en estaciones de aforo, volúmenes embalsados, reservas de nieve, niveles piezométricos en aguas subterráneas y otras variables.
Los indicadores y su evolución se publicarán gráficamente en las web de las autoridades de las cuencas hidrográficas.