
La industria del golf en España vuelve a estar en el punto de mira de los inversores. La relación entre el Inmobiliario y el golf en España ha sido muy estrecha desde los años 90 del siglo pasado, tomando un auge muy importante entre el año 2000 y 2008, y sigue teniendo una gran importancia, a pesar del gran colapso sufrido entre 2008 y 2014. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Inmobiliaria.
"La fuerte crisis económica vivida en los últimos años ha hecho que el sector se vea obligado a una reconversión, pero sin embargo no ha impedido que el golf siga aportando un considerable valor, tanto directo como indirecto. El golf aporta más de 2.000 millones de euros al año a la economía española", afirma Francisco Aymerich, consejero delegado de la consultora Golf Business Partners.
Esta firma ha realizado un estudio, El impacto económico del golf en España, de donde se desprende que este deporte aporta al sector inmobiliario 747 millones de euros cada año. Jaime Anabitarte, director de la consultora Golf Business Partners, explica cómo obtienen esta cifra: "Hay que calcular la venta de 8.400 viviendas en primera línea del campo de golf con un precio medio de 356.000 euros por vivienda con una revalorización media del 25% por vivienda como consecuencia de haber hecho un campo de golf".
El precio medio de las unidades inmobiliarias vendidas en las promociones vinculadas a los campos de golf en España es de 356.000 euros según el informe. El precio medio más alto se ha obtenido en Madrid con 600.000 euros, seguido de Baleares con 500.000, y el precio medio más bajo ha sido en Andalucía Costa y Levante con 250.000 euros.
Cambio y transformación
Los primeros campos de golf que surgieron fueron fruto de la creación de unos socios que desarrollaron sus propios campos; luego hubo una explosión del sector turístico en Canarias y Baleares, dónde se vincularon al sector hotelero y más tarde llegó una tercera oleada de explosión de la vivienda y los campos de golf se unieron a desarrollos inmobiliarios. Pero con motivo de la crisis inmobiliaria, todos estos campos unidos al sector inmobiliario sufrieron una caída porque no se vendían viviendas, y por este motivo la titularidad de los campos de golf cambió de manos y pasaron a ser propiedad de los bancos.
Ahora que la crisis se deja atrás, las entidades financieras buscan sacar esos activos de sus carteras y surgen otros nuevos inversores que son los fondos de inversión, family office, que valoran tener un campo de golf.
"La localización es fundamental en un campo de golf. En España tenemos 359 campos; 245 tienen vinculación inmobiliaria, 75 de forma directa y 170 de forma indirecta. De esos 359 campos de golf, la mayoría son propiedad de socios. Los inversores entran porque se dan cuenta que en determinadas zonas, principalmente en la costa, siempre que el precio de entrada sea proporcional a la operación, el golf puede ser un buen negocio. La zona de Alicante ahora se está moviendo mucho. Nosotros hicimos el campo de golf Vistabella en Orihuela, Alicante, de nueve hoyos durante la crisis y ahora estamos ampliando otros nueve hoyos, y ya tenemos el primer chalé piloto en primera línea del campo de golf para vender, porque en esta zona de Torrevieja los extranjeros demandan vivienda con campo de golf", explica Gonzalo Millán, director general de Target Ingenieros, la mayor empresa de diseño y construcción de campos de golf en España.
La zona con más campos vinculados directamente a promociones inmobiliarias según este informe es la Costa del Sol, con 20 de sus 53 campos de golf. Le sigue Levante con 13 campos y Andalucía Costa e Interior con 10 cada una. En cuanto a vinculación inmobiliaria indirecta, la zona con más campos se sitúa en el interior con 28, seguida de Levante y Costa del Sol con 25 cada una.
La revalorización promedio de una unidad inmobiliaria vinculada a un campo de golf, en comparación a una sin vínculo golfístico es de un 25%. Los porcentajes de revalorización varían en función de la situación de las unidades inmobiliarias respecto al campo de golf. Cuando se trata de unidades en primera línea de golf y con vistas a un green, lago u otro elemento singular del campo, la revalorización está en el entorno de un 40%; en el caso en que estén en primera línea, pero sin vista a un elemento referencial, el porcentaje se sitúa alrededor del 30-35%. Y en los casos que estén en una promoción anexa al campo, pero no en primera línea, la revalorización se aproxima al 15%.
"Hay tres objetivos que tiene que tener un promotor inmobiliario cuando afronta un proyecto residencial con campo de golf: revalorizar el precio de las unidades inmobiliarias, acelerar el ritmo de venta y crear un activo operacional, es decir, que el campo de golf sea sostenible a largo plazo", apunta Francisco Aymerich, quien asegura que el punto tercero es el que más dificultad tiene; prueba de ello es la cantidad de campos de golf vinculados a inmobiliario que se han quedado sin viabilidad por errores cometidos en su conceptuación, habiéndose tenido que cerrar varios de ellos y quedando otros muchos en manos de las entidades financieras que los habían financiado.
Pero no sólo el inmobiliario aporta valor a un campo de golf; también todos los servicios vinculados a un campo de golf generan valor. Es el caso de las academias de golf que generan un valor empresarial y comercial. "Nosotros tuvimos la idea de hacer golf in the city, o lo que es lo mismo, golf en la ciudad, y encontramos en Alcobendas en el parque empresarial de La Moraleja, 13 hectáreas donde creamos, no sólo una buena academia de jugadores, sino una forma de ver el golf para aquellos empresarios que a medio día quieran echar una bolas y disfrutar el golf en su día a día. Esta fórmula ha dado muy buenos resultados y Madrid ya cuenta con nueve instalaciones de este tipo", declara Peter Lewin, consejero delegado de Golf Park Entertaintment, propietario de la academia de golf en La Moraleja, Madrid.
España tiene una gran oportunidad de crecer en este sector, ya que tiene una industria de golf muy pequeña y, sin embargo, dos grandes factores a su favor: el clima y el turismo. En España tan sólo el 0,6% de la población juega al golf, mientras que en EEUU es el 11, en Cánada el 17 y en países como Suecia, a pesar de sus condiciones climáticas, el 5%.
"En Europa Continental el 1,2% de su población juega al golf y con que España se acercara a la Europa Continental estaríamos doblando el número de jugadores y el número de campos", afirma Francisco Aymerich.