
El mercado inmobiliario se ha estabilizado, y ya se puede afirmar que se está produciendo un "lento pero sostenido crecimiento de los precios medios de la vivienda". Pero de ahí hasta que se pueda usar el término recuperación media todavía un trecho, como reconoce la Asociación Española de Análisis de Valor.
El IV Informe del Observatorio de la Valoración reconoce así que "el mercado laboral sigue siendo inestable y precario, la capacidad de compra real de los hogares ha disminuido y los préstamos hipotecarios todavía exigen una capacidad de ahorro impensable para la mayoría de las familias de rentas medias y bajas".
En esta situación, nueve de cada diez expertos consultados por el observatorio coinciden en que se tiene que producir una mejora en las condiciones de los potenciales compradores para que una demanda solvente impulse definitivamente la construcción.
También ayudaría, aunque en menor medida, que disminuyese la incertidumbre política surgida tras las pasadas elecciones generales. Por otra parte, la construcción se ve frenada igualmente por el gran stock de viviendas vacías existente, sobre todo en manos de la banca.
Eso, junto a la abundancia de viviendas de segunda mano, está haciendo que la edificación de nuevos inmuebles esté siendo "menos dinámica" que el resto de la actividad constructora, lo que podría dar lugar, "si no a un problema de escasez de oferta, sí a desajustes significativos con la demanda potencial".
La AEV constata por fin un "lento pero sostenido crecimiento de los precios medios de la vivienda" y ve en ello un "claro reflejo de la estabilización del sector que, de consolidarse, podría incentivar la inversión e impulsar la nueva edificación en ciertas localizaciones y productos".