Empresas y finanzas

Las grandes compañías reordenan deuda por 45.050 millones de euros en tres años

  • Aprovechan las condiciones crediticias favorables para aligerar 'peso'

Al menos una treintena de grandes compañías españolas han aprovechado las favorables condiciones crediticias para aligerar sus deudas. En ello han influido especialmente las recientes rebajas de tipos promovidas por el Banco Central Europeo, que han animado a las firmas a reestructurar sus pasivos.

A lo anterior se suma la introducción de diferentes mecanismos que también han insuflado aire fresco al mercado. De esa forma, muchas firmas no sólo han superado momentos financieros muy críticos, sino que lo han hecho saliendo fortalecidas. Por lo pronto, en los últimos tres años, las grandes reestructuraciones financieras de empresas españolas han supuesto más de 45.049 millones de euros.

En ese entorno favorable a las reestructuraciones crediticias ha ayudado el denominado proyecto Phoenix, un vehículo creado bajo la supervisión del Ministerio de Economía y constituido por las grandes entidades financieras españolas -el Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Popular y Sabadell- con el objetivo de recapitalizar empresas viables que estaban sobre endeudadas.

El primer caso en ser salvado por el llamado 'banco malo de las empresas' fue el de GAM, por el que reestructuró el 90% de su pasivo financiero. El acuerdo al que llegó con los acreedores y fue comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) contemplaba reducir su deuda de 283 millones a 125 millones de euros, de los que 60 millones se convertirían en un crédito participativo y que se capitalizaría del resto de la deuda financiera en la propia compañía. Eventualmente, también entraría en una sociedad de nueva creación denominada Assetco. Además, contemplaba también la concesión de financiación adicional de 3,9 millones. Así, el 75% del capital de la compañía asturiana quedó en manos de las entidades financieras.

Bodegas Chivite, con una deuda de 50 millones de euros, ha aceptado entrar a propuesta de BBVA en Phoenix, aunque aún no se ha hecho pública la estructura de su recapitalización. De momento, se ha nombrado al bufete de abogados Gómez-Acebo & Pombo junto a PwC y Ernst & Young como asesores de la operación. La hoja de ruta inicial sobre la que se trabajará será que la banca se quede inicialmente con el 90% del capital de la bodega y el 10% restante, los actuales socios.

En el caso de Condesa, que arrastra una deuda de 325 millones, la operación será similar, con la diferencia de que en este caso también entra ArcelorMittal, que asumirá la dirección del grupo. De hecho, el plan a medio plazo es que el gigante acerero se convierta en el único propietario de la empresa vasca, que le debe 32 millones al ser su segundo cliente por volumen de pedidos en bobinas en caliente en el Viejo Continente.

Otra compañía siderúrgica en dificultades es Celsa, el mayor grupo industrial de Cataluña, que arrastra una deuda de 2.700 millones, cuyo vencimiento tiene que alargar por tercera vez antes de este verano. La compañía ha ido salvando -con el apoyo de Caixabank, BBVA, Sabadell y el Santander- pequeños impagos a cambio de comprometerse a llevar a cabo un plan de ajuste. Sin embargo, en su último informe anual, EY alertó de que debía reconocer unas pérdidas de 840 millones, derivadas de inversiones financieras realizadas en filiales en el exterior que hoy en día valen prácticamente cero.

Reforma normativa

Otra de las medidas lanzadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para salvar compañías en situaciones complicadas fue la reforma de la ley de refinanciación y reestructuración empresarial en 2014, por la que muchas firmas españolas consiguieron alcanzar acuerdos de reestructuración viable de su deuda en el marco del preconcurso de acreedores.

Los mejores ejemplos relativos a esta reforma se encuentran en Amper (que tiene una deuda de 126 millones) y el reciente caso de Abengoa, cuya deuda asciende a 9.300 millones. En el caso de la compañía andaluza, habrá que esperar hasta este domingo para conocer si los acreedores se adhieren al plan de reestructuración de la firma, que contempla reducir la deuda hasta los 4.923 millones de euros para evitar el concurso de acreedores. El plan de viabilidad de la firma sevillana ha sido elaborado por Álvarez & Marsal junto con Lazard. Los bancos acreedores han sido asesorados por la firma de servicios profesionales KPMG, que tiene amplia experiencia en este tipo de procesos. De hecho, el equipo liderado por Ángel Martín, socio responsable de Restructuring de la firma en Europa, Oriente Medio y África, fue el mismo que se encargó de la reestructuración de Martinsa-Fadesa, Eroski y Pescanova.

La crisis de la energía verde

Uno de los sectores que se ha visto envuelto en más reestructuraciones financieras ha sido el de las renovables. La reforma energética iniciada durante el año 2012 generó profundos cambios para las compañías, sobre todo por la desaparición del sistema de primas antiguas, el que convertía a estas instalaciones en buenas oportunidades de negocio.

Tras la reforma, estos proyectos se encuentran en una situación de incertidumbre ya que pasaron a estar remunerados con respecto al principio de rentabilidad razonable. Este valor se calcula con la referencia del bono del Estado a 10 años más 300 puntos básicos, lo que en el caso de las renovables se traduce en una rentabilidad antes de impuestos del 7,4% -lo que supone que estas instalaciones son más rentables que la deuda pública española-.

Esto ha provocado que en los últimos meses muchos bancos ya se hayan sentado con propietarios de empresas en dificultades con el objetivo de renegociar los términos de una posible reestructuración financiera. De hecho, hay tres casos concretos en los que se han cerrado con éxito importantes reestructuraciones de deuda de empresas en España: T-Solar, Olivento y Renovalia -todas asesoradas por el bufete de abogados Watson Farley & Williams-. El caso de T-Solar, todavía en manos de Isolux, fue una refinanciación a contrarreloj por la que consiguió firmar la extensión del vencimiento de 503 millones de deuda de Tuin Zonne hasta 2034 gracias a un crédito sindicato con 19 entidades -lideradas por el BBVA-. De hecho, con esta refinanciación T-Solar completa la reestructuración de un pasivo superior a los 600 millones de euros, correspondientes al 100% de su potencia instalada en nuestro país.

Respecto a Olivento, cabe recordar que fue la mayor refinanciación eólica tras la aprobación del cambio regulatorio. En particular, la filial de FCC y Plenium Partners -proyecto que cuenta con una potencia instalada de 422 MW- tuvo que negociar una refinanciación de su deuda por 528 millones con 10 entidades bancarias para salvar y volver a hacer viables sus 14 plantas distribuidas a lo largo del territorio español.

En último lugar y tras la compra por parte de Cerberus apenas unos meses antes, Renovalia tuvo que refinanciar hasta 423 millones de deuda a través de una negociación con tres entidades bancarias lideradas también por el Banco Santander.

Watson Farley & Williams también ha sido asesorde otras refinanciaciones del sector renovable como los proyectos de Aznalcollar, Global Surya, Pino y Pedregoso, La Olmeda, Guijo de Coria, Llerena, Isla Mayor y Lebrija, El Calaverón, Trencades , Almodovar del Río y Tarifilla, Elecdey Carcelén, así como La Choza y Saelices.

La distribución se resiente

Paralelamente, otro de los sectores que ha protagonizado grandes reestructuraciones en los últimos años ha sido el de la distribución y el comercio, con casos tan sonados como el de El Corte Inglés, Pescanova, Eroski o Fagor.

El de Pescanova fue, sin duda, el más destacable por el monto de la operación: 3.600 millones. La pesquera española protagonizó en 2012 uno de los mayores fraudes contables de la bolsa española, cuando su expresidente, Manuel Fernández de Sousa, creó supuestamente una contabilidad B de la empresa. Esto le obligó a lanzar un concurso de acreedores y ser suspendida de cotización.

Tras arduas negociaciones, la banca acreedora -conocida como el G-7- aceptó una quita superior a dos tercios de la deuda financiera. A cambio, la que fue la gran pesquera española se vio sometida a duras condiciones como un canje de deuda por acciones que dejó cerca del 80 por ciento del capital en manos de los acreedores. De hecho, el pasado febrero el actual presidente, Jacobo González-Robatto, anunció que el regreso al parqué está "fuera de planes".

Respecto a Eroski, cabe recordar que la compañía vasca consiguió superar uno de los peores capítulos de su historia que sufrió a raíz de la crisis económica. Durante el verano de 2014, consiguió llegar a un acuerdo con las entidades bancarias (suscrito por el 95%) para reestructurar 2.605 millones de euros y despejar así su horizonte financiero hasta el año 2019.

El acuerdo firmado para la salvación del grupo contempló una división de la deuda en diferentes tramos en función de su origen y la naturaleza de sus garantías. De este modo tiene un tramo de deuda senior, por importe de 791 millones de euros; un tramo de deuda ligada a desinversiones, por 300 millones de euros; un tramo de deuda no estructural, de 948 millones de euros; y un tramo de deuda inmobiliaria, por 105 millones de euros.

En este sentido, en el último mes la cadena vasca de supermercados ha vendido 36 hipermercados a Carrefour por 205 millones como parte de su proceso de desinversión y reordenación de los activos de la compañía. Esta transacción incluía también el traspaso de 22 gasolineras y 8 galerías comerciales asociadas a esos establecimientos.

Con todo, estos casos son un ejemplo de cómo las compañías españolas han conseguido una segunda oportunidad y salir reforzadas de la crisis.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky