
La constructora ha informado a la CNMV de que su beneficio neto hasta junio fue de 415,5 millones de euros, un 3,5% menos. Pero esta cifra no incluye el efecto Eiffage, ya que la aventura francesa le ha costado a Sacyr apuntarse pérdidas de 503,4 millones de euros. Así las cosas, la compañía cierra el primer semestre con pérdidas de 87,9 frente al beneficio de 430,3 millones del mismo periodo del año pasado.
La cifra de negocios de los primeros seis meses del año ascendió a 2.923,2 millones de euros, un 13,5% más, y el beneficio bruto de explotación (EBITDA) de 539,7 millones, un 6,5% menos.
La compañía prevé unas ventas de viviendas de 1.000 millones de euros en el ejercicio 2010, "aun si se mantiene el escaso ritmo de venta del primer semestre de 2008 durante el resto del ejercicio e incluso durante 2009".
Por otra parte, la deuda financiera neta se redujo a 18.259 millones a junio de 2008 frente a los 19.328 millones a 31 de diciembre de 2007.