
Hamdi Ulukaya es un inmigrante turco y que actualmente es el rey del yogur griego en EEUU. Pero su imperio pende de un juicio contra su ex mujer en el que el queso feta tendrá más importancia que el propio yogur.
Ayse Giray demandó a su ex marido Ulukaya en 2012 y reclama una participación de control en Chobani, el gigante de los lácteos que domina el mercado del yogur griego en EEUU. Giray defiende que Chobani surgió de Euphrates, una empresa dedicada al queso feta que fundaron ambos antes de alcanzar el éxito con el yogur griego.
El juicio es un problema para Chobani y podría frenar sus planes de salir a bolsa, algo que el propio fundador ya ha descartado para este 2015. El yogur de Chobani fue todo un éxito desde su lanzamiento en 2007, y ya en 2010 consiguió arrebatar a la griega Fage el liderato en el sector en EEUU.
El crecimiento de la compañía hizo que la firma de capital riesgo TPG invirtiera 750 millones de dólares en la compañía el año pasado, cuando alcanzó unas ventas de 1.300 millones de dólares. La fortuna total de Ulukaya actualmente asciende a 1.900 millones de dólares, según el índice de millonarios de Bloomberg.
La demanda llega a los tribunales 13 años después de que la pareja se divorciara en 1999. Giray, que es pediatra, defiende que Chobani surgió "de una costilla" de Euphrates, según los documentos de la demanda. La ex mujer defiende que utilizó los recursos y activos de esta compañía para adquirir la primera planta de yogur en 2005, germen de lo que hoy es Chobani. Por lo tanto, demanda hasta el 53% del capital de Chobani.
Ulukaya, por su parte, se defiende asegurando que su ex mujer solo ha presentado una demanda después de Chobani se convirtiera en un éxito y que ella nunca tuvo un papel relevante a la hora de construir el negocio. "Este caso está basado en ficciones y distorsiones", asegura Orin Snyder, abogado de Ulukaya. "El demandante esperó 15 para presentar su demanda".
De Turquía a Nueva York
La historia de Chobani se remonta al este de Turquía, donde Ulukaya creció en la granja de ovejas de su familia. Según la web de la compañía, se marchó a EEUU en 1994 para aprender inglés y estudiar empresariales. Una vez allí, sorprendido por la diferencia entre los lácteos de su hogar y los de EEUU, decidió lanzar Euphrates en las afueras de Nueva York. En 2005 se encontró con un anuncio que vendía una fábrica de lácteos cerrada no muy lejos de allí. La multinacional Kraft había decidido abandonar la planta después de vender su negocio de yogures para centrarse en otros productos como las galletas Oreo.
Ulukaya en un principio descartó el anunció, aunque posteriormente rebuscó en su propia basura y utilizó un préstamo de la Small Business Administration, agencia dedicada a préstamos para pymes, para comprar la fábrica. Dos años después, en 2007, los productos de Chobani comenzaron a aparecer en los supermercados de EEUU.
Giray defiende que el yogur fue parte de sus planes desde el inicio y acusa a Ulukaya de utilizar el patrimonio de Euphrates para obtener el crédito sin revelar que ella era partícipe de la empresa. Además, asegura que ayudó a su entonces esposo a financiar el negocio inicial, en el que invirtió 198.000 dólares antes de su divorcio y otros 200.000 dólares en 2002 para financiar la compra de maquinaria que permitió dar el salto al yogur desde el queso feta. Adicionalmente, invirtió otros 100.000 dólares en 2004.
Giray alega que se enfrentó a Ulukaya en 2007 al descubrir que había usado parte su inversión de 2002 para comprar la fábrica aKraft y obtener el préstamo gubernamental. Asimismo, asegura que le prometió devolverle el dinero e incluso darle más cuando ambas compañías obtuvieran más beneficios.
En 2011, Ulukaya ofreció a su ex mujer la totalidad de Euphrates a cambio de su participación en Chobani, oferta que después anuló. Ahora exige una indemnización de 535 millones de dólares y más de 1.000 millones en nombre de Euphrates. Ulukaya asegura que Giray no tiene pruebas de su participación en la compañía ni recibos de su inversión en Euphrates, y alega que Giray nunca trató de ejercer sus derechos antes de presentar la demanda en 2012.