La magistrada del juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra ya tiene sobre su mesa la propuesta de convenio que el consejo de Pescanova ha elaborado para las diez filiales españolas que se integrarán en la firma, integración que es un punto clave del convenio de acreedores cuya aprobación en mayo de 2014 sacó a la matriz de la pesquera gallega del concurso.
El consejo propone que la banca acreedora perdone entre el 98% y el 99% de la deuda de algunas de esas subsidiarias -aunque la quita media de las diez es del 75%-. El plazo de pago de la deuda pendiente sería de entre 8,5 y hasta 15 años, según cada sociedad y según las alternativas ofrecidas en cada caso.
El objetivo es que el pasivo que esas filiales mantendrían tras salir del concurso -si la junta de accionistas lo ratifica y la juez lo aprueba posteriormente- sea como máximo de mil millones, cifra con la que se podría mantener la viabilidad de la sociedad Nueva Pescanova. Esta empresa agruparía toda la actividad en España y en las filiales internacionales: África, Latinoamérica y Europa, excepto Portugal que está en venta.
La propuesta del consejo, integrado por cuatro miembros entre ellos dos procedentes de la etapa del expresidente Manuel Fernández de Sousa, es prácticamente idéntica a la de la banca.
La diferencia fundamental, según fuentes cercanas al consejo citadas ayer por La Voz de Galicia, es que los siete principales bancos acreedores (el G7 integrado por Sabadell, Popular, CaixaBank, Bankia, Abanca, BBVA y UBI Banca) contemplarían la liquidación de las filiales si la junta de accionistas rechaza su propuesta.
El documento entregado por el consejo no contempla esa posibilidad. Las diferencias en torno a la reestructuración financiera de las filiales son una repetición de las que se produjeron entre accionistas y banca en el proceso concursal de la matriz, en el que finalmente ambas partes pactaron para permitir la continuidad de la firma.
Pescanova, según el plan de viabilidad que acompaña a las diez propuestas de convenio, prevé facturar 1.261 millones en 2016, tras esta reestructuración, y obtener un beneficio bruto de 98 millones.