
Los bancos de nuestro país ya rivalizan en procesos de adquisición para acelerar su expansión
La banca española mira a Portugal, pero sobre todo a Latinoamérica para crecer y ganar rentabilidad. Las entidades de nuestro país vuelven a apostar fuertemente por las viejas colonias, donde existen grandes oportunidades de adquisición.
Según fuentes del sector, no sólo los grandes bancos -Santander y BBVA- buscan en la actualidad gangas para poder diversificar su negocio. Los grupos medianos -Caixabank, Popular y Sabadell- quieren conquistar el continente latinoamericano, por lo que han puesto en marcha un proyecto que comenzó hace tiempo, pero que la crisis financiero viró sus estrategias. A partir de 2008 centraron sus esfuerzos en España como consecuencia de la reestructuración de las cajas, con la que han ganado clientes y han mejorado su eficiencia por las sinergias de costes.
La mirada, una vez culminado el proceso de fusiones en nuestro país, se ha puesto en Latinoamérica, donde ya luchan entre sí por hacerse con algunas entidades. BBVA, Santander y Popular rivalizan en algunos procesos de compra en diversos países, indican fuentes del mercado.
Los planes de expansión, si bien, son diferentes. Los medianos, por ejemplo, han comenzado por México su andadura en Latinoamérica y cuentan con socios de renombre para avanzar por todo el continente, sin prisa pero sin pausa. Caixabank controla el 10 por de Inbursa, grupo controlado por el magnate Carlos Slim. El Popular se ha hecho recientemente con el 25 por ciento de BX+. propiedad de la familia del Valle, que a su vez posee el 6 por ciento del banco español junto a otros inversores locales. Y el Sabadell ha lanzado una nueva entidad dedicada al negocio empresarial, pero que en los próximos años ofrecerá servicios a los particulares, y cuenta como aliados al mexicano David Martínez y al colombiano Jaime Gilinski, que tienen el 10 por ciento del capital del grupo catalán.
Los dos grandes, Santander y BBVA, presentes en la región desde hace décadas, analizan la situación desde otra perspectiva. Buscan oportunidades para ampliar sus cuotas de control y ser líderes de los distintos mercados donde operan. De ahí que revisen de vez en cuando sus planes y salgan de algunos países donde su presencia es escasa y donde los rendimientos no son suficientes, con el objetivo de reforzarse en otros. Pero en lo que todos están de acuerdo es que de momento ni Venezuela ni Argentina están en el radar. La inestabilidad de sus gobiernos y el impacto de las devaluaciones de las monedas de sendos estados lleva a los bancos españoles a mantener al margen de sus estrategias a los dos mercados. Es más, BBVA no descarta abandonar Venezuela en los próximos dos años si encuentra comprador. El régimen bolivariano ya expropió al Santander en 2010.
Entre las entidades que se encuentran en venta en Latinoamérica destacan las filiales de Citibank en una decena de países. El Popular, de hecho puja a día de hoy por la de Nicaragua, que es la quinta entidad más grande del país. El grupo norteamericano tiene intención de deshacerse de las franquicias de Panamá, Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Perú, entre otras. Esta última está valorada en unos 130 millones de euros.
Citi ya traspasó al Popular su división de negocio minorista en España el año pasado, operación que podría replicar ahora no sólo en Nicaragua, sino en otros estados del centro y sur de América.
En Chile, uno de los mercados donde todas las entidades pretenden crecer, en estos momentos está en venta Penta, por unos 220 millones de euros, según los expertos conocedores de la situación.
Fuentes del sector destacan que la oportunidad es clara en la actualidad y que no hay que desaprovecharla, máxime cuando el negocio es España todavía sigue presionado por la lenta recuperación de la economía y por los tipos de interés históricamente bajos. Los bancos latinoamericanos que se están analizando para su compra están relativamente baratos, a excepción de los brasileños. Se venden a 1 o 1,5 veces su valor en libros en la mayor parte de los casos. El precio de los de la primera economía latinoamericana sube a 2 veces.
Muy solventes y rentables
Pero, ¿por qué Latinoamérica y no otras regiones? Varios son los factores que llevan a las entidades españolas a intentar posicionarse claramente en la zona. El primero de todos es la importante relación comercial con nuestro país, cuya economía está despuntando gracias a las exportaciones. La segunda, la clara estabilización política y la puesta en marcha de reformas que permiten aumentar las expectativas de crecimiento futuro. La tercera, la baja bancarización, que se sitúa en casi todos los mercados muy por debajo del 50 por ciento de la población. En España se sitúa en el 98 por ciento. La cuarta, la elevada rentabilidad que ofrecen los bancos. Sus ratios son muy superiores a los que registran las entidades europeas. Y la quinta, la alta solvencia que presentan, lo que no les obliga a inyectar más recursos para su capitalización y saneamiento.
Con las adquisiciones pretenden incrementar el negocio y apuntalar la baja rentabilidad que obtienen aún en España. En algunos países latinoamericanos el ROE de las entidades alcanza el 20 por ciento, que es tres veces más que la media de los grupos de nuestro país incluyendo las filiales extrajeras de BBVA y Santander. Sin estas divisiones, el ROE se encuentra por debajo del 5 por ciento. El mercado estima como necesario más del 10 por ciento y es el umbral que todos quieren sobrepasar en los próximos dos o tres ejercicios.
El Santander tiene como objetivo aumentar su peso en Brasil, donde ya es uno de los principales jugadores. Uno de los focos es el segmento del consumo y las tarjetas, en los que ya ha realizado alguna adquisición recientemente, y en banca privada. También espera incrementar sustancialmente su presencia en Colombia, donde ha vuelto, además de México.
BBVA prevé focalizar su expansión por los países andinos, es decir, Chile, Perú y Colombia. Estos dos últimos interesan principalmente al Sabadell, como al Popular, que pone su atención en Centroamérica. Caixabank ultima el diseño de su plan estratégico.