
La Agencia Tributaria se opone a que dos de los hijos de José María Ruiz-Mateos, Pablo y Alfonso, puedan sustituir la condena de prisión a la que han sido condenados por un delito fiscal por trabajos comunitarios. Hacienda se ha pronunciado a través de un escrito presentado en el juzgado después de un recurso presentado por los dos hijos del empresario jerezano para intentar esquivar la cárcel.
El caso se remonta a noviembre de 2013. La Audiencia Provincial de Madrid les condenó en ese momento en sentencia firme a "la pena de 6 meses de prisión y la multa de 700.281 euros, como autores de un delito de defraudación contra la Hacienda Pública por el ejercicio fiscal del año 1996", al no haber pagado los impuestos correspondientes de la sociedad inmobiliaria Virnax, propietaria de algunas de las propiedades de la familia. Apenas diez meses después, el pasado mes de septiembre, y en esta misma línea, la Audiencia dictó otro auto en el que ratificaba su decisión, se negaba a la suspensión de la sentencia y ordenaba el ingreso en prisión.
Es una condena inferior a 2 años pero el ingreso en prisión se debe hacer efectivo, según las fuentes jurídicas consultadas por este periódico, porque "no tienen ninguna intención de pagar la multa impuesta y tienen además muchas más causas abiertas por motivos similares".
Para evitarlo, tanto Pablo como Alfonso Ruiz-Mateos intentaron sin embargo jugar una última baza y presentaron una petición ante el juzgado de ejecuciones penales número 4 de Madrid para solicitar la conmutación de la pena por otra de servicios comunitarios.
Fue entonces cuando el juzgado preguntó a la Agencia Tributaria, que se ha saldado con la negativa de ésta, según consta en un auto dictado el pasado 12 de enero por la jueza Pilar Vera Nafría, al que ha tenido acceso elEconomista. La única forma de esquivar así la cárcel, según se reconoce en la providencia, sería que los condenados pagaran las multas impuestas, cosas que no han hecho.
Condenas a otros hermanos
Otros dos hermanos, Javier y Álvaro Ruiz-Mateos, habían solicitado igualmente la suspensión de una condena a 2 años y 9 meses que la Audiencia Provincial de Granada les había impuesto el 15 de julio de 2013, y que ya es firme, por no pagar el IVA en 2003 por la venta de un hotel en Peñíscola y haber mandado los más de 6 millones de euros a una sociedad de su grupo en el banco Dresner Bank de Suiza.
De acuerdo con las fuentes consultadas parece probable así que su solicitud de suspensión de la condena sea también rechazada y "casi seguro que también los veamos entrando en prisión en las próximas semanas". Pese a estas dos sentencias, la investigación a la familia Ruiz-Mateos por el fraude millonario de los pagarés, con miles de inversores atrapados en toda España, se ha atascado en los juzgados.
El proceso suma ya más de 50 causas abiertas en todo el país -con varias condenas ya de prisión en firme- pero la negativa del juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que investiga el núcleo central de la estafa, de unificar todas las causas en un sólo proceso está dilatando la investigación, según explican fuentes próximas a la misma. El hecho es que han pasado ya casi cuatro años desde que el 17 de febrero de 2011, la familia Ruiz Mateos declarará la situación preconcursal de diez de las compañías que integraban Nueva Rumasa (Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Carcesa, Quesería Menorquina y Rayo Vallecano), dandon inicio a los distintos procesos tanto en los juzgados de instrucción como en la Audiencia sin que apenas se hayan producido avances.
Año y medio sin actuaciones
Desde los despachos que defienden los intereses de algunos de los estafados, como Yvancos Abogados, se explica que el sumario del caso sigue abierto abierto sin que se haya producido prácticamente ninguna actuación en el último año y medio -pese a las múltiples pruebas presentadas por la Udef (la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales de la Policía - y con Ruz a punto de abandonar el juzgado, algo previsto para el próximo mes de marzo. Parece así que el proceso podría haber entrado en una vía muerta.