
Dicen que nunca llueve a gusto de todos y, seguramente, productos como la gasolina o determinados bienes de consumo siempre nos parecen caros incluso cuando han bajado de precio. Pero lo cierto es que el coste de los combustibles ya está bajando y en muchas gasolineras de España el del litro de 95 octanos ya es inferior al de un café.
Aunque con un gran decalaje respecto al precio del petróleo, el líquido que mueve nuestros vehículos y, con ellos, nuestra economía, rebaja el nivel de los 1,2 euros en numerosas suministradoras de España. Morgan Stanley hunde aún más el precio del petróleo: ¿caerá a 43 dólares en 2015?
En Madrid, por ejemplo, el precio más económico en el registro del Ministerio de Industria está en la calle Calderilla (sic) número 1, a 1,179 euros el litro en los surtidores de una gran superficie (E. Leclerc). En Barcelona, por 1,192 euros el litro se puede llenar el depósito con este combustible en la Calle Taulat número 15.
De la mano de las pequeñas comercializadoras y de los hipermercados que ofrecen combustible barato como reclamo para los consumidores, parece que la competencia -limitada en el sector- empieza a tener un cierto efecto sobre los precios.
Aunque eso sí, semanas despúes de que se registrasen las primeras caídas de precios del crudo en el mercado internacional, y que parecen haber llegado para quedarse.