Meliá afronta las últimas semanas del año con la misión de terminar de cumplir los objetivos que se había propuesto para 2014. En menos de 25 días la cadena hotelera tendrá que vender activos por al menos 80 millones de euros y firmar otros seis contratos para formalizar sus planes de crecimiento y rotación de activos. "Cumpliremos nuestros compromisos, aunque podrían quedar algunas firmas pendientes para enero", apuntan desde la propia compañía.
La compañía turística presidida por Gabriel Escarrer tiene encima de la mesa en estos momentos varias operaciones para poder cerrar el año con los deberes hechos. Meliá se comprometió a engordar su cartera, a través de fórmulas poco intensivas de capital, con la firma de un total de 25 hoteles y hasta la fecha ha cerrado acuerdos para hacerse con aproximadamente unos 20 establecimientos.
La zona de Asia-Pacífico y Oriente Medio está siendo una de las más prolíferas en esta segunda parte del año con incorporaciones como la del Meliá Doha (Catar), el Gran Meliá Bintan (Indonesia) y el nuevo complejo de Indonesia que se llamará Meliá Ubud.
La mallorquina también ha sabido este año cómo ampliar su presencia en EEUU con hoteles como el Meliá Costa Hollywood Beach Resort (Florida) y aprovechar las oportunidades para llevar la marca ME al país con la apertura del ME Miami para 2015 y desembarcar en la Gran Manzana con la firma de un nuevo hotel Innside para 2016.
A esto se suma la apuesta de la compañía por Latinoamérica, donde también ha conseguido nuevos contratos en Venezuela y Colombia (entre otros), y el crecimiento que la cadena sigue protagonizando en mercados más maduros como el europeo.
En la carta de los Reyes Magos de Meliá también aparecía su intención de rotar activos no estratégicos para reducir su elevado endeudamiento. La hotelera se marcó para este año el objetivo de vender activos por un importe mínimo de 100 a 125 millones de euros y hasta ahora sólo ha cerrado la venta de 261 apartamentos del Sol Aloha Puerto (Torremolinos) por 20,8 millones.
La salida de Puerto Rico sigue siendo la tarea pendiente de la compañía y el activo que podría ayudar a Meliá a reducir su apalancamiento. El Gran Meliá Puerto Rico Golf Resort fue incluido en actividades interrumpidas en el último trimestre de 2013 tanto en el epígrafe del balance de situación como de la cuenta de resultados.