Las grandes corporaciones y multinacionales eludieron el año pasado más de 8.250 millones de euros en el pago de impuestos de Sociedades en España. Así lo aseguró ayer a elEconomista José María Mollinedo, secretario general del sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), tras recordar que el tipo impositivo de las grandes compañías es del 5,3%, sobre un beneficio que el año pasado alcanzó los 77.106 millones de euros.
Sin embargo, las pymes declaran sobre sus resultados contables positivos el 16%, por lo que existe un diferencial de 10,7 puntos. "Si aplicamos ese diferencial sobre los 77.106 millones, resulta un impago de impuestos de 8.250 millones", recalca Mollinedo.
Pese al largo camino por delante, Europa comienza a tomarse en serio el pulso fiscal que mantiene con las grandes multinacionales estadounidenses que eluden impuestos en el Viejo Continente a través de los resquicios legales de la normativa tributaria. Lo que hasta el momento era un factor más de competitividad para ciertas compañías, en poco tiempo promete convertirse en un quebradero de cabeza para las corporaciones abonadas a la fiscalidad creativa.
Las grandes marcas, en el punto de mira
En el punto de mira se encuentran colosos como Google, Microsoft, Amazon, Facebook, Apple, eBay, McDonalds, Vodafone o Caterpillar, entre otras marcas de contrastada reputación.
La medida más contundente realizada en esa dirección la protagonizó el Reino Unido el pasado miércoles al anunciar un canon del 25% sobre los beneficios de las empresas que mueven dinero para beneficiarse de destinos fiscales más ventajosos. Inicialmente no se espera una recaudación especialmente generosa, pero será el primer intento para frenar una conducta que desquicia a las empresas locales, resignadas a competir en inferioridad con muchas firmas.
En opinión de Mollinedo, la medida abanderada por el ministro británico George Osborne es "más efectista que efectiva".
Europa, contra la elusión de impuestos
En cualquier caso, la primera piedra ya está tirada por parte de un gobierno europeo, lo que invita a que sean otros Ejecutivos afectados los que imiten el ejemplo. La Unión Europea ni mucho menos se ha quedado con los brazos cruzados. Por lo pronto, el próximo lunes están citados los ministros de Economía y Finanzas de la UE que conforman el Ecofin para consensuar una reforma de los respectivos ordenamientos tributarios nacionales para evitar la fuga de impuestos por deficiencias técnicas en las normas.
Desde el pasado verano, la CE investiga cómo las multinacionales utilizan países como Luxemburgo, Irlanda o Suiza para reducir sus tributos. Ese análisis de alcance continental, promovido por Francia y Alemania, pretende que Bruselas tome cartas en el asunto y emprenda medidas drásticas que acaben con una competencia desleal en bloque. "Si la Comisión puede demostrar que países como Luxemburgo o Irlanda acuerdan tratamientos fiscales que difieren de las normas internacionales, podría considerar que el ahorro en los impuestos a las empresas es un tipo de subsidio que debe ser detenido o incluso repagado", informó la agencia Reuters, citando a un funcionario comunitario conocedor del asunto.
En esa línea, la Comisión ya llamó la atención el pasado junio al Gobierno irlandés respecto a las medidas que favorecen a ciertas empresas estadounidenses respecto a sus competidores europeos. En España también se han producido movimientos similares, pero sin que se hayan logrado avances significativos. Así, el grupo Izquierda Plural ya realizó una pregunta parlamentaria en la que señalaba que "Google, Apple y Microsoft ahorran miles de millones de dólares al año en impuestos gracias a maniobras de ingeniería fiscal que les permite tributar mínimamente por los beneficios que logran fuera de EEUU".
