
La Comisión Europea ha aprobado la compra de Ono por parte de Vodafone, operación valorada en 7.200 millones y que permitirá al 'operador rojo' competir con sus más directos rivales en el negocio de la super banda ancha fija y la televisión de pago.
Bruselas no ha encontrado especiales complicaciones para dar el visto bueno a una adquisición que pretende incentivar la rivalidad en el mercado español de las telecomunicaciones.
Según han explicado fuentes de Vodafone España a elEconomista, la formalización de la transacción se realizará en el plazo de dos semanas. Otras fuentes apuntan que las primeras ofertas integradas podrían lanzarse a finales del verano o principios del próximo otoño.
Se trata de la mayor operación del sector de las telecomunicaciones en suelo español desde que France Télecom hizo suya Amena en 2005 a cambio de 10.000 millones de euros. Con anterioridad, en 2001, Vodafone compró Airtel, operador de móvil que entonces se valoró en cerca de 24.000 millones de euros.
Fuentes de Vodafone apuntan que una vez se complete la transacción, "los Clientes de Ono y Vodafone seguirán disfrutando de los mismos servicios que tenían contratados hasta la fecha y gozarán de las mismas líneas de soporte, servicio e información que venían utilizando habitualmente".
De la misma forma, Vodafone España descarta que se vayan a producir cambios en la organización en el "corto plazo". Durante las próximas semanas, equipos de los dos operadores prevén "trabajar en el diseño de una oferta comercial conjunta".
Según el 'operador rojo', el objetivo inmediato de Vodafone España pasa por ofrecer a los clientes "los servicios más completos de comunicaciones convergentes -voz, Internet y TV- sobre la infraestructura 4G de Vodafone, así como por la red de fibra de ONO y la que está desplegando Vodafone".