Pescanova ha puesto en marcha un plan de ajuste que se ha saldado, por el momento, con el recorte de 1.353 puestos de trabajo, el equivalente al 12% de su plantilla. A 31 de diciembre de 2013 la compañía tenía un total de 10.066 trabajadores, lo que supone casi un 12% menos respecto a los 11.419 que sumaba justo un año antes.
El ajuste se llevó a cabo, por lo tanto, durante la presidencia de Juan Manuel Urgoiti y antes de que la banca, liderada por Popular, Sabadell, Caixabank y BBVA, tomara el control del grupo tras aprobarse el convenio de acreedores.
Hasta ahora, la empresa ha mantenido en todo momento que no había necesidad de llevar a cabo un ajuste y que si lo había sería muy limitado, afectando tan sólo a las oficinas centrales en Galicia.
Fuentes próximas a la compañía admiten sin embargo que los recortes llevados a cabo el año pasado pueden ser sólo el principio y que "la delicada situación financiera por la que atraviesa la empresa obligará a hacer nuevos ajustes". De momento, la plantilla de la sociedad matriz ha pasado de 106 a 65 trabajadores de acuerdo con los datos hechos públicos por la propia empresa.
Sin la filial chilena
Gran parte del recorte de empleo podría obedecer, no obstante, a que la compañía ha excluido ya de sus cuentas consolidadas a la filial chilena, una de las más importantes del grupo, y cuya fase de subasta está en la recta final.
Pescanova se ha visto obligada, de hecho, a reducir a la mitad el valor de sus activos debido a esta exclusión. A 31 de diciembre de 2012, estaban contabilizados en el balance de la sociedad en un total de 2.731 millones, y un año después, al cierre del último ejercicio, su valor se ha reducido a 1.379 millones de euros. El inmobilizado material, que incluye las fábricas y los buques, ha pasado así de estar valorado en 1.151 millones a sólo 660,3 millones de euros.
La empresa tiene en Chile nueve buques y dos filiales propietarias de piscifactorías para la cría de salmón, pero, en la práctica, es como si ya no pertenecieran así a la compañía. El síndico Herman Chadwick, que gestiona Pescachile, tiene en marcha la venta de sus activos, lo que ha despertado el interés de varios grupos internacionales, a pesar de que la compañía española está intentando frenar a toda costa la venta.
La multinacional gallega comunicó la semana pasada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que al cierre del primer trimestre del año tiene un patrimonio neto negativo de 2.256 millones. Ayer, la empresa anunció que sus ventas en estos tres meses fueron de 206 millones, un 26 por ciento menos, y las pérdidas de 16,9 millones.
El pago de la deuda
El principal problema que está teniendo Pescanova es el pago de la deuda. De acuerdo con los datos recogidos en sus últimas cuentas anuales, los gastos financieros de la empresa se han elevado en los dos últimos años a 482 millones de euros. Esta partida, que incluye comisiones bancarias e intereses tanto por la deuda bancaria como por las emisiones de bonos realizadas, se elevó en concreto a 251,5 millones en 2012 y a otros 224,4 millones de euros en el último ejercicio.
Los compromisos financieros de Pescanova ascendía a 31 de diciembre de 2013 a un total de 3.375 millones de euros (3.038 millones a largo plazo y otros 337 millones a corto plazo), aunque en el convenio de acreedores pactado con la banca se ha acordado una quita de algo más del 60% de media. La banca acreedora sigue buscando mientras tanto un socio industrial y nuevos gestores.