
Mejor poder y no querer que no al contrario. Esta es la máxima que la filial patrimonialista de Sacyr, Testa, pondrá sobre la mesa en su próxima junta de accionistas para dejar la puerta abierta a una futura ampliación de capital en la sociedad.
Una posibilidad que dependerá en última instancia de la evolución de los mercados financieros, pero que se entiende dentro de la compañía como una herramienta a tener en cuenta para continuar con su desarrollo.
Esta operación, según Testa, dotaría a la empresa de una "mayor liquidez y visibilidad en los mercados financieros y de capitales así como de recursos adicionales con los que emprender nuevos proyectos patrimonialistas".
La cita con los accionistas está fijada para el próximo día 2 de junio. Sacyr es dueña en estos momentos de un 99,5% del capital de Testa, de manera que si esta operación se llevará a cabo este porcentaje se vería diluido. En cualquier caso, según aseguran fuentes de la empresa, el grupo dirigido por Manuel Manrique no perdería en ningún momento el control de la empresa patrimonialista.
Previamente a esta hipotética ampliación, Testa acordará en la junta de accionistas una reducción de capital por importe de 623,56 millones con el objetivo de devolver a los socios las aportaciones realizadas a la empresa. Una operación por la que a Sacyr le corresponderán 518,4 millones.
Los ingresos de Testa cayeron un 13%, hasta 219 millones, el año pasado.
Salarios en 2013
Por otro lado, el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, percibió una retribución total de 2,54 millones de euros en el ejercicio 2013, importe que supera en un 4 por ciento al del mismo periodo de 2012.
En total, Sacyr abonó al conjunto de su consejo de administración un importe total de 3,25 millones de euros, un monto similar al del año anterior, aunque en esta ocasión el máximo órgano de gestión cuenta con dos miembros menos.