Otra vez igual. Los españoles que quieran recibir toda la oferta de Televisión Digital Terrestre (TDT) tendrán que hacerse a la idea de que hay que tocar de nuevo las antenas colectivas y resintonizarlas, igual que hace más de tres años. Antes de enero de 2015, la industria televisiva tendrá que abandonar las bandas de frecuencia de 800 MHz para cederlas a los operadores de telefonía móvil.
Así, las telecos proporcionarán una mayor penetración a su señal celular. Es lo que se llama el dividendo digital. Este tránsito de frecuencias obligará a algo más de ocho millones de hogares a ajustar sus antenas en los próximos meses para poder ver todos los canales.
El coste de la resintonización, que afectará sobre todo a edificios, ya que las viviendas unifamiliares están exentas, correrá a cuenta de los vecinos, que pagarán entre 20 y 23 euros cada hogar, lo que eleva la factura total a unos 200 millones de euros, según los cálculos del Gobierno.
Una previsión que no comparten las televisiones. Desde Uteca, la patronal de las cadenas privadas, aseguran que el coste por familia puede alcanzar "fácilmente" los 200 euros y que afectará a dos tercios de los 17 millones de hogares. Y es que, según explica Andrés Armas, director general de Uteca en una entrevista con este diario (ver página 6), sólo un tercio de los hogares están antenizados en las frecuencias a las que se tienen que mudar los canales, por lo que el resto de los hogares tendrían que llamar al antenista.
El plan de reordenación de las frecuencias del dividendo digital, que presentará el Gobierno antes de verano, modifica drásticamente el proyecto planteado en su momento por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. El anterior Gobierno cifró en 800 millones el coste de la mudanza de espectro, una factura que iba a sufragar íntegramente el Estado con los 1.900 millones obtenidos con la subasta de ese espectro. Pero, ante la crisis económica y el uso que se hizo de esos fondos para enjuagar el déficit, el Ejecutivo se vio obligado a elaborar una nueva hoja de ruta, que redujo significativamente el gasto y lo deja en manos del contribuyente y las cadenas de televisión. Así, durante la migración de sus señales, los operadores de televisión tendrán que pagar el simulcast, o lo que es lo mismo, la emisión duplicada y simultánea de su canal en la señal que abandonan y en la que aterrizan hasta que culmine el proceso a finales de año.
El secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor Calvo Sotelo, restó importancia al desembolso extra que van a tener que realizar los grupos audiovisuales como Atresmedia y Mediaset. "Nosotros fijamos unos plazos suficientes para' hacerlo, pero al final es una decisión de los operadores de tele, porque son los que pagan. Hablamos de pocos millones de euros, comparado con el plan anterior, que era de unas decenas de millones. Calvo-Sotelo también ha defendido que el nuevo plan del dividendo digital era "más sencillo, técnicamente más solido y afectaba a un menor número de edificios" que el diseñado por los socialistas.
En opinión de Calvo Sotelo, "el coste del simulcast no es muy relevante", según indicó en una entrevista a elEconomista, a raíz del cierre de los nueve canales de la TDT, cuya concesión fue anulado por el Tribunal Supremo. Por su parte, las televisiones -que ya renunciaron a medio múltiplex para abaratar el proceso de migración al nuevo espectro-, han asegurado que la emisión en simulcast "supone un gasto adicional de cinco millones de euros por canal".
El Ejecutivo, que anunció un adelanto de la disponibilidad para las telecos del dividendo digital al pasado enero, echó por tierra sus planes iniciales para congelar la reordenación del espectro hasta que el Alto Tribunal pusiera fecha al cese de las emisiones de las licencias anuladas, fijada para el 6 de mayo. Ese día es el plazo máximo de ejecución de la sentencia. Ese proceso, que ha consumido cerca de 18 meses, ha obligado al Estado a acelerar sus trabajos para cumplir con Europa y habilitar la disponibilidad del dividendo digital en apenas siete meses.
"Calendario apretado"
"Tenemos un calendario apretado, pero se garantiza absolutamente que el espectro estará liberado antes de enero de 2015", aseguró el secretario de Estado. Así, los más de ocho millones de hogares afectados (más o menos la mitad de los 17 millones que hay en España) tendrán escaso margen de maniobra para contratar a un antenista y resintonizar la antena colectiva. En cualquier caso, tal y como recalcó Calvo-Sotelo, la mudanza de frecuencias empezará después del Mundial de Fútbol de Brasil 2014, que comenzará en junio, lo que garantiza que ningún espectador se perderá la competición por ese motivo.
Hasta el momento se desconoce el alcance del Real Decreto, pero el Ejecutivo ya ha adelantado a este diario que se está planificando con la mira puesta en el segundo dividendo digital planteado por Europa en la banda de los 700 Mhz. "Trabajamos para que no nos vuelva a ocurrir lo de ahora, por lo que vamos a programar las nuevas frecuencias de televisión por debajo de la banda de los 700 Mhz, de tal manera que si dentro de cuatro años hay que hacer otra migración suponga menos molestias y un coste más pequeño", explicó Calvo-Sotelo.
Actualmente, las televisiones emiten en una frecuencia que abarca desde los 400 Mhz a los 800 Mhz, por lo que tras la ejecución del dividendo digital se quedarían en un espacio más pequeño. En este punto, desde Industria insisten en que para entonces la tecnología habrá evolucionado lo suficiente para permitir que se emitan más canales en el mismo espacio radioeléctrico, lo que permitirá mantener la oferta actual. Lo que no ha quedado claro es si, tras la inminente reordenación de frecuencias, se recuperarán las nueve licencias de televisión anuladas. El secretario de Estado insiste en que se apuesta por la diversidad y la calidad, algo que también se logra "con 15 canales" (hasta el 6 de mayo hay 24 canales).
Los operadores de televisión, las compañías de móvil y los antenistas esperan con impaciencia el plan técnico del dividendo digital para poder planificar su futuro. Las empresas de telefonía móvil confían en desplegar sus servicios de 4G sobre la banda de 800 Mhz (ahora lo hacen sobre 1.800 Mhz), que ofrece mejores calidades de propagación y cobertura, especialmente valioso en zonas rurales. La disponibilidad de la señal de la banda ancha móvil en gran parte del país depende directamente del uso de las frecuencias que dejarán libres las teles.
Las TDT se cerrarán antes de mayo
