La crisis ha traído en España un ajuste sin precedentes en la plantilla y especialmente en las redes de sucursales de las entidades financieras, que se redujeron un 11,5 % solo en 2013, lo que se traduce en el cierre de 4.376 oficinas.
El retroceso en el número de sucursales se produjo en todas las comunidades autónomas y prácticamente en todas las provincias, y solamente en Cuenca aumentó la red de oficinas bancarias. En total la red se quedó en 33.527, incluyendo Ceuta y Melilla.
Por comunidades autónomas, en siete regiones la red bancaria se redujo por encima de la media, es decir, el ajuste fue superior al 11,5 %.
En la Comunidad Valenciana fue, con diferencia, donde las entidades cerraron -en proporción- más sucursales, pues mermó en tan solo un año un 18,2 %, por encima de Cataluña y Canarias, donde la banca desmanteló el 14,2 y el 13 7 % de sus oficinas.
A continuación, también con ajustes mayores a la media de España figuran Andalucía, Murcia y Madrid, donde la red de oficinas bancarias se redujo un 12,5, un 12,4 y un 11,7 %, respectivamente.
La séptima comunidad autónoma donde también se echó el cierre a buena parte de sus sucursales fue Aragón, que perdió un 11,7 % de sus oficinas bancarias.
Por provincias, donde más se redujo proporcionalmente la red de sucursales fue en Castellón y Valencia, donde mermó más de un 20 %, seguidas de Cádiz, Huelva, Sevilla y Las Palmas, con descensos que fueron entre un 20 y un 16 %.
Después de todos estos cierres, Cataluña sigue siendo la primera región en número de oficinas, con una red de 5.303 sucursales, el 15,8 % del total nacional. Le siguen Andalucía y Madrid, con cuotas del 15,4 y el 12,9 %, y redes de 5.177 y 4.338 sucursales, cada una.
Por provincias, Madrid y Barcelona, con 4.338 y 3.769 oficinas, ocupan las primeras posiciones con la cuarta parte de la red nacional, y a continuación figuran Valencia, Alicante y Sevilla, todas ellas con redes de más de 1.000 sucursales.