Telefónica ha remozado y simplificado su organigrama ejecutivo, suprimiendo cargos intermedios y apostando por los ejecutivos locales. El objetivo de César Alierta, presidente de la multinacional, consiste en aportar una mayor agilidad y eficacia a su grupo, con mayores facilidades para elevar los ingresos y los ahorros.
Con esos argumentos, el consejo de administración de Telefónica ha aprobado un cambio radical tras más de dos años sin retocar su staff. A partir de ahora, los responsables de los principales países reportarán directamente al consejero delegado (COO), José María Álvarez-Pallete, en lugar de a sus responsables de Europa o Latinoamérica, como sucedía hasta la fecha.
La eliminación de los puestos intermedios deja fuera del órgano ejecutivo a los presidentes de Telefónica Europa, Eva Castillo, y Telefónica Latinoamérica, Santiago Fernández Valbuena. Al mismo tiempo, Telefónica vuelve por sus pasos respecto a la división de Telefónica Digital, dirigida por Mathew Key, que también se borra del mapa ejecutivo. En adelante, las actividades relacionadas con los nuevos negocios digitales serán responsabilidad de cada mercado local, lo que supone más exigencia para los diferentes comandantes destinados sobre el terreno.
El consejo de administración considera que el nuevo orden interno ofrece las siguientes ventajas: "aporta más visibilidad a las operadoras locales, acercándolas al centro de decisión corporativo, simplifica el organigrama global y refuerza las áreas transversales para mejorar la flexibilidad y la agilidad en la toma de decisiones".
El nuevo organigrama mantiene otros negociados ya existentes, como Telefónica Recursos Globales, liderado por Guillermo Ansaldo, que ahora abarcará nuevas competencias para multiplicar las sinergias los ahorros, así como potenciar las grandes alianzas internacionales. Para elevar los ingresos, Alierta apuesta por la creación de la figura del Director General Comercial Digital, liderado por
La reorganización de los primeros escalones de Telefónica confirma el interés de Alierta por impulsar los diferentes negocios nacionales, escenario donde se bregan las mayores batallas competitivas. En delante, los ¡country managers' de los principales mercados se erigirán en virreyes en sus respectivos ámbitos territoriales. Es el caso de Telefónica Europa, presidido por Luis Miguel Gilpérez, así como Telefónica Brasil (con Paulo César Texeira), Telefónica Alemania (aún por decidir tras la reciente salida de René Schuster) y Telefónica Reino Unido (Ronan Dunne). Todos ellos, junto con el área de Planificación y Control dirigido por Laura Abásolo, tendrán línea directa con el también reforzado número dos de la compañía, Álvarez-Pallete. Los primeros ejecutivos de Telefónica en el resto de los países latinoamericanos (excepto Brasil) reportarán a Eduardo Caride, nuevo director general para Telefónica Latam, quien a su vez rendirá cuentas a Álvarez-Pallete.
El movimiento estratégico de Telefónica fue especialmente sorprendente por la desaparición de Telefónica Digital, una división diseñada en septiembre de 2011 para responder a los nuevos cambios de un mercado liderado por gigantes como Google, Facebook, Amazon o Apple. Originalmente, Telefónica Digital esperaba generar unos ingresos anuales de cerca de 5.000 millones de euros para la corporación en 2015, con una tasa media anual de crecimiento de los ingresos del 20 por ciento en el periodo 2011-2015, al margen de los beneficios adicionales que pudiera crear en las operaciones del grupo. Telefónica confía en que los cambios refuercen el liderazgo de su grupo en "el ecosistema digital, mediante el impulso de un nuevo posicionamiento público que permita reestablecer el equilibrio en la cadena de valor del hipersector", según explica el operador.
Concentración geográfica
Entre los efectos colaterales de la reorganización destaca la concentración geográfica de la funciones y estrategias de Telefónica en su sede central madrileña, en detrimento de los hasta ahora cuarteles generales de Sao Paulo (Brasil) y Londres (Reino Unido).
Tanto Eva Castillo como Santiago Fernández Valbuena y Matthew Key siguen estrechamente vinculados a Telefónica. Castillo conserva su puesto en el consejo del grupo y la presidencia del Supervisory Board de Telefónica Alemania. Fernández Valbuena, también consejero de la compañía, hará suya la Dirección General de Estrategia. Key sigue como consejero de Telefónica O2 UK.
El nuevo organigrama de Telefónica no registra novedades en cuanto al resto de los negociados, dependiendo directamente del presidente ejecutivo las áreas de Estrategia (ahora con Fernández Valbuena), Finanzas y Desarrollo Corporativo (Ángel Vilda), Asuntos Públicos y Regulación (Carlos López Blanco), la Secretaria General y del Consejo (Ramiro Sánchez de Lerín), Comunicación y Medio (Marisa Navas) y Chief of Staff (María García-Legaz).