
Coca-Cola pierde peso en España en favor de su nueva embotelladora única, Iberian Partners, resultado de la fusión de las siete franquicias que el grupo tenía hasta ahora en el mercado nacional. La decisión obedece a un plan puesto en marcha a nivel internacional por el presidente mundial del grupo, Muhtar Kent, que quiere crear embotelladores fuertes en cada país, con pleno poder de decisión en todos los terrenos, pero de forma muy especial en el comercial.
De hecho, y tal y como adelantó elEconomista el pasado 13 de diciembre, Coca-Cola ha dado ya el primer paso al traspasar a Iberian Partners la gestión de los grandes clientes. Era una operativa que recaía hasta ahora en una empresa denominada Coca-Cola Gestión, controlada por la multinacional, a pesar de que cada embotellador tenía una pequeña participación. Iberian Partners ha asumido ahora la totalidad de la plantilla de esta sociedad -unas 50 personas-, estando previsto, además, que tome el cien por cien de las acciones a corto plazo.
Según explican fuentes próximas a la compañía consultadas por este periódico, la presidencia de Coca-Cola Gestión era rotatoria entre los embotelladores, pero el director general, José Luis Ruiz, pertenecía al grupo. A partir de ahora, esa división pasa a depender sin embargo de Francecs Cosano, director de Operaciones de Iberian Partners, del que Ruiz pasa a depender.
Amortización de puestos
A eso hay que sumar además la salida del director general de Coca-Cola España, Fernando Amenedo, que era el encargado de coordinar la gestión diaria con las embotelladoras, y cuyo puesto ha sido amortizado. Eso al margen de la salida de otra veintena de personas aproximadamente, que también han pactado su marcha de la empresa.
Las fuentes consultadas insisten en que es un proceso que va a continuar en el tiempo y que implicará reducir la estructura de Coca-Cola España, que se queda de momento con una plantilla de unas 170 personas aproximadamente. "Antes tenía sentido que hubiera una compañía fuerte porque había que negociar no sólo los contratos con los siete embotelladores, sino también el día a día, pero ahora la situación ha cambiado", aseguran. En la práctica eso supone además que la presidenta y el consejero delegado de Iberian Parnters -Sol Daurella y Victor Rufart, respectivamente- ganan peso frente al actual presidente de Coca-Cola, Marcos de Quinto. Es algo que sucede ya en otros países. El que manda en todos los casos es el embotellador y la compañía tiene tan sólo una pequeña representación.
Las fuentes consultadas insisten, no obstante, en que la relación entre Marcos de Quinto y los máximos ejecutivos de Iberian Partners es fluida, sin que exista, en este sentido, ningún tipo de enfrentamiento o batalla por el poder. De hecho, De Quinto ha sido uno de los principales impulsores de la fusión de las embotelladoras. Un portavoz de Coca-Cola España insistió ayer, en este sentido, en que "cuánto más fuerte sea la embotelladora, más fuerte será la propia compañía y todo el negocio".
Un plan mundial
Hay que recordar además que Muhtar Kent, el presidente mundial, es un directivo formado en la embotelladora de Coca-Cola en Australia y que como parte de su proyecto para impulsar las ventas de la compañía ha puesto en marcha ya desde hace tiempo en todo el mundo un proceso de ordenación societaria similar al español. Se trata de que las embotelladoras sean cada vez más fuertes y vayan ganando terreno mientras se reduce la estructura de la propia compañía.
Uno de los mejores ejemplos en este sentido es el de la mexicana Coca-Cola Femsa, que agrupa el negocio, además de en México, en países como Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela, Filipinas y prácticamente toda Centroamérica. Y es ese, precisamente, el modelo que Kent quiere exportar ahora a España.
Según han confirmado en distintas ocasiones desde Coca-Cola, Iberian Partners nace con la voluntad de seguir creciendo. Con una facturación de 3.000 millones de euros, lo que le consolida como una de las mayores empresas de alimentación y bebidas en España, la compañía podría llevar a cabo en los próximos años posibles adquisiciones a nivel internacional de embotelladoras más pequeñas.