Empresas y finanzas

Repsol quiere cobrar rápidamente los 3.700 millones, aunque sea con quita

Las negociaciones entre Argentina y Repsol han comenzado con buen pie. Los equipos desplazados a Buenos Aires -formado por Antonio Gomis y Miguel Klingenberg, así como asesores de Deutsche Bank y Uría- mantuvieron un encuentro con los representantes del Gobierno argentino el pasado viernes, en el que se pusieron las cartas sobre la mesa.

Según fuentes consultadas por elEconomista, Repsol ha planteado al equipo negociador su disposición a alcanzar un acuerdo rápido, cuya intención es poder cobrar los 5.000 millones de dólares (3.700 millones de euros) lo antes posible, incluso aunque se tenga que aceptar una quita del principal.

Este hecho supondría que la petrolera renunciaría a cobrar los intereses del 8,75% pactados para el bono a 10 años (es decir, alrededor de 450 millones de dólares al año) y al mismo tiempo tendría que asumir un descuento sobre el capital que resulta difícil de estimar, dada la escasa liquidez de este instrumento de deuda argentina. Por contra, la petrolera evitaría la incertidumbre de cobro y la necesidad de posteriores garantías.

El Banco central argentino habría además presentado una carta en dicha reunión como garante del pago, lo que en la petrolera ha sido interpretado como una prueba cierta del interés del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por resolver la disputa.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, indicó ayer en la presentación de la Guía turística de la compañía que "se está trabajando intensamente para encontrar una solución y llegar a un acuerdo lo más pronto posible".

"Calculo que en pocas semanas podremos ver avances significativos", continuó el presidente de la compañía, quien insistió en el carácter "muy confidencial" de las conversaciones y precisó que el clima actual "no significa necesariamente" que el acuerdo definitivo esté cerrado antes de que concluya el año.

La petrolera española tiene claro que no quiere sufrir los riesgos que generan los problemas políticos que pueden aparecer en Argentina. De hecho, tras una denuncia de la diputada de Coalición Cívica, Elisa Carrió, la Fiscalía argentina decidió abrir una investigación para determinar si el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario legal, Carlos Zannini, habían cumplido con la ley al firmar el preacuerdo con la petrolera española.

La ley de expropiación argentina preveía en su artículo 12 que en la compensación a recibir por parte de Repsol tuviera un papel clave el Tribunal de Tasaciones, un organismo dependiente del Ministerio de Planificación argentino.

Por este motivo, cualquier acuerdo que se alcance requerirá de una aprobación por parte del Parlamento argentino para cambiar esa normativa o que el Tribunal emitiera una valoración similar a la pactada.

Según fuentes consultadas, una parte importante del consejo de administración de Repsol se siente cómoda con la idea de cobrar los antes posible y marcharse del país. Las principales dudas surgen de los consejeros profesionales que necesitan las máximas garantías de cobro para asegurar su posición y blindarse ante una reclamación posterior por parte de algun accionista de la petrolera.

Venta a Shell

En cuanto al cierre de la venta de activos de gas natural licuado a Shell, indicó que "en los próximos días o semanas" quedará completada la operación. Una parte puede quedar cerrada antes de fin de año y otra después, añadió, antes de precisar que la operación permite un cierre en dos fases, que se puede alargar, según fuentes consultadas, hasta febrero. No obstante, ambas petroleras esperan cerrarlo entre finales de este mes y principios de enero.

Por otro lado, YPF anunció el lanzamientos de bonos destinados a pequeños inversores, cuyo rendimiento estará atado a la producción de la compañía.

La suscripción de este nuevo bono, por un total de 50 millones de pesos (8 millones de dólares), estará abierta desde el próximo lunes y hasta el día 19, dijo la petrolera.

La emisión, que puede ampliarse a 150 millones de pesos (24 millones de dólares), tiene como novedad de que el bono, además de pagar una tasa de interés anual del 19 por ciento, tendrá un rendimiento adicional vinculado directamente al crecimiento de la producción de hidrocarburos.

Por cada punto porcentual de crecimiento de la producción de YPF de petróleo y gas respecto al mismo mes del año anterior, el denominado "bono YPF plus" rendirá un punto porcentual adicional de tasa de interés, con un tope del 24 por ciento de tasa anual, según explicó la firma. YPF, en la que Repsol mantiene una participación del 12 por ciento, ha hecho ya cuatro emisiones de bonos a inversores minoristas.

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