
Las ventas de tabaco en España están en caída libre. En los últimos cinco años, y como consecuencia de la crisis económica y el fuerte aumento del contrabando, el número de cajetillas distribuidas se ha reducido prácticamente a la mitad. Entre 2008 y 2012 han caído un 40,8%, hasta 2.671 millones de paquetes. Pero la crisis se está agudizando este ejercicio y en los ocho primeros meses del año comparado con el mismo periodo del año anterior el descenso supera ya el 46%.
De momento, al cierre del último ejercicio, la comunidad autónoma que registra un mayor desplome es Andalucía, con una caída del 47,5% -superará este año ya el 50% de caída acumulada- debido, fundamentalmente, a la entrada masiva de tabaco procedente de Gibraltar.
De acuerdo con las estimaciones de la industria, 4 de cada 10 cajetillas que se venden ya en algunos puntos de Andalucía, fundamentalmente en la provincia de Cádiz, proceden ya del tráfico ilegal. Destacan igualmente las fuertes caídas registradas en las Islas Baleares, de un 44,2%; en Navarra y Valencia, del 43%, y en Cataluña, del 42%. Fuentes de la industria explican que salvo el caso navarro, el resto está sufriendo también la entrada de contrabando de cigarrillos por vía marítima. En el caso opuesto, las dos comunidades que mejor están resistiendo hasta ahora el auge del tráfico ilegal son Asturias y Madrid.
En este último caso las ventas se han reducido un 34,7%, hasta 352 millones, con un comportamiento de las ventas, que aunque malo, es mucho mejor que el del resto del mercado español.
Noticia positiva desde Bruselas
La buena noticia para el sector es que la Comisión Europea ha decidido ponerse firme ante Gibraltar y poner freno, al menos, a una parte de las prácticas ilegales denunciadas por el Gobierno español.
La Olaf (la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude) anunció el pasado 7 de octubre, en este sentido, una investigación para esclarecer quién está detrás del contrabando de tabaco en la colonia y tomar así las medidas oportunas.
El anuncio lo realizó el británico Nicholas Ilett, director de investigación de esta oficina, que mostró, al mismo tiempo, su gran preocupación por una práctica, que causa cada año un fraude en la hacienda española de cerca de 1.100 millones de euros.
Este año entrarán en Gibraltar 140 millones de cajetillas por vía terrestre -podría ser mucho más si se suman los ingresos por mar- para ser vendido posteriormente de contrabando en España. La dirección general de Aduanas no tiene ninguna duda de que la mayor parte de todos los cigarrillos que se venden en la colonia británica tiene como destino final su venta ilegal en España, eludiendo a Hacienda, evitando el pago de impuestos y provocando así un gran daño no sólo a los estanqueros, sino también a las arcas públicas.
Y es que con una población que no llega ni siquiera a los 30.000 habitantes, cada ciudadano del Peñón, incluidos los niños, debería consumir más de 13 cajetillas de tabaco al día para que toda la venta que se realiza allí fuera legal.
Si se compara con las ventas del último año en el mercado español, Gibraltar distribuye tanto tabaco como el que se vende, por ejemplo, en toda Castilla y León, en Castilla-La Mancha, en el País Vasco o en Galicia, y alrededor del doble que en Extremadura o el Principado de Asturias.
Nueva directiva
La industria tabaquera ha advertido además de que la nueva directiva aprobada por el Parlamento Europeo, que amplía los mensajes disuasorios de las cajetillas y prohíbe los aromas, puede disparar aún más el contrabando.
El resultado de la votación ha dejado insatisfecho a casi todo el mundo, puesto que se han suavizado algunos aspectos, pero se han endurecido otros.
Por ejemplo, la marca quedará relegada hasta la parte inferior de la cajetilla, puesto que las advertencias sanitarias cubrirán al menos el 65% y deberán ocupar el borde superior del envase (frente al actual 30% de la superficie delantera del envase y el 40% de la trasera).