Empresas y finanzas

La crisis económica y la nueva ley del transporte arrasan con 16.000 autónomos

  • Desde el año 2008 la demanda en el sector ha caído un 40%

Caída libre o evolución normalizada. Ambas tesis son las que se barajan por parte de los principales agentes representantes del sector del transporte por carretera en España. El cuadro de situación publicado por el Ministerio de Fomento a mediados del mes de septiembre destapa la crítica evolución de un sector que tradicionalmente se define como el termómetro de la economía.

En lo que va de año, la caída porcentual de autónomos con autorización de empresa transportista ha descendido un 6,09%. Una cifra que en términos absolutos supone un total de 10.254 activos que se han visto abocados a aparcar sus vehículos. Número aún más alarmante si tenemos en cuenta el porcentaje de variación en un año, un 9,15% a la baja, o lo que es lo mismo, 15.908 transportistas autónomos menos.

Fuerte descenso de la demanda

Entre las causas que justifican la criba obligada del sector, la caída del 40% de la demanda que se viene produciendo desde 2008 es la que mayor incidencia ha tenido en tan nefastos resultados. De hecho, según los representantes de la patronal Fetransa, desde 2009 se han perdido más de 20.000 empresas transportistas. El incremento del acceso a los sistemas establecidos de abandono de la actividad, tanto en transporte pesado como en carga fraccionada de menos de 3,5 toneladas, es según la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta), otra de las motivaciones que ha contribuido a completar las cifras del balance.

Según fuentes del Ministerio de Fomento en lo que va de año se han concedido 365 ayudas con una cuantía media de 31.089 euros. El montante ha agotado casi la totalidad del presupuesto para 2013, 11.500.000 euros, lo que demuestra la efectividad de una medida que para 2014 también se verá afectada por el recorte presupuestario en casi un millón de euros (10.380.000 euros).

Jorge Serrano, presidente de Fetransa y coordinador de la Sectorial de Transporte de ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos) apunta, además, al incumplimiento de los plazos que establece la Ley de Morosidad como otro de los causantes del desplome. "Los pagos en el sector superan con creces los 30 días de retraso". Y puntualiza, "si se continúa en esta línea no sólo no habrá repunte, sino que se producirán más cierres".

Serrano aduce también a la recurrente falta de crédito y añade que las medidas que se recogen en la Ley de Emprendedores para incentivar la inversión de proximidad y la financiación alternativa "son poco atractivas para un sector que para poder iniciar su actividad ha de desembolsar un mínimo de alrededor de 100.000 euros".

Perspectivas

Aunque los indicadores apuntan a una previsible recuperación económica, el transporte por carretera podría continuar con una marcada tendencia bajista. Las medidas liberalizadoras de la reciente Ley de Ordenación de Transporte Terrestre (LOTT) permitirá, entre otras, la entrada de agentes no cualificados. En opinión de Sebastián Reyna, secretario general de Upta, la Lott "convertirá el transporte en sector refugio para el empleo de baja cualificación".

A la vista del texto de la nueva normativa, otra consecuencia más que probable es la ocupación de nichos por los grandes operadores logísticos. Aprovechando la laguna que deja la flexibilización de exigencias para la obtención de la tarjeta de transporte y su propio volumen empresarial, las grandes tendrán vía libre para ejercer estrategias de bajo coste que limitarán la competitividad de los autopatronos.

La situación es, cuanto menos, crítica, y los representantes sectoriales coinciden tanto en su oposición frontal a la LOTT como en el desconocimiento de la realidad por parte del Gobierno. "No se puede solucionar algo si no se conoce la realidad del problema", afirma Serrano. Y aunque la voluntad es seguir trabajando en las negociaciones para el desarrollo de un reglamento óptimo que refuerce la posición de los transportistas autónomos "tampoco desechamos movilizaciones si fracasamos en el intento de dialogar", explica el presidente de Fetransa.

El análisis detallado del mapa de España en lo que a la pérdida de activos del transporte se refiere deja a Cataluña al pie de los leones. Los costes de las autopistas catalanas y la recesión de la demanda deja un total de 27.846 transportistas menos, de los cuales más de 22.000 se produjeron en la provincia de Barcelona. Le siguen Madrid y Andalucía, comunidades en las que la caída rebasó los 21.000 activos. El exceso de oferta también ha favorecido el ajuste sectorial en Canarias, donde la cifra se situó en 16.491. Unos datos que obligan a una reestructuración del sector en búsqueda de alternativas que fomenten la coexistencia de todas las modalidades del transporte.

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