Empresas y finanzas

Sousa dejó Pescanova con sólo 7 millones en el banco

  • En junio pidió un préstamo urgente por importe de 56 millones
Foto: archivo

Apenas 30.000 euros en tesorería y 7,2 millones en las cuentas corrientes abiertas en distintos bancos. Ese fue el único efectivo con el que se encontró Deloitte tras asumir la administración concursal de Pescanova. El expresidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, apenas dejó dinero para atender los pagos a corto plazo. Se trata de una cantidad mínima, teniendo en cuenta que se trata de un grupo multinacional con más de 10.000 empleados y que suma una deuda de más de 3.600 millones de euros.

El problema de liquidez era evidente y así lo refleja, de hecho, Deloitte en su informe concursal. La empresa, que sumaba un entramado compuesto por más de 160 sociedades y filiales por todo el mundo, disponía tan sólo de tres cuentas corrientes con más de un millón de euros.

En el Banco Gallego había 3,4 millones, en la Caixa Rural Galega 1,2 millones y en Banco Sabadell, el principal acreedor del grupo pesquero, 2,2 millones de euros. A partir de ahí aparecen cuentas con 35.000 euros, como la abierta en Ibercaja, 17.000 euros, como la de Banco de Brasil o incluso sólo 1.000 euros, como las del Popular, Cajamar o BNP. Y eso por no hablar de las cuatro cuentas corrientes a nombre de la empresa, en las que ya no había ni un solo euro (en Citibank, Lloyds Bank, HSBC y BPI) y otras seis en las que había menos de 3.000 euros en cada una de ellas.

Crédito bancario de urgencia

La situación mejoró después de que el pasado mes de junio la compañía lograra un nuevo crédito bancario de urgencia, con el apoyo de la Xunta de Galicia, por un importe de 56 millones de euros. Pero aun así, y cuando apenas han pasado dos meses y medio, la compañía ha gastado ya 20 millones de esa cantidad, que se han dedicado al pago de las nóminas y las facturas más inmediatas.

El reto que tiene ahora el nuevo presidente de la compañía, Juan Manuel Urgoiti, pasa por negociar una quita con la banca que podría llegar hasta el 75%, algo que rechazan tajantemente los siete acreedores bancarios más importantes del grupo: Sabadell, Bankia, Popular, Caixabank, Novagalicia, BBVA y Banco Santander. Su postura pasa, al contrario, por una capitalización de sus compromisos financieros. Eso supondría, no obstante, la dilución de los actuales accionistas de referencia, como Damm o Luxempart, y que la banca acabara tomando el mando de la compañía pequera gallega.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky