
Royal Bank of Scotland (RBS), entidad controlada en un 82% por el Gobierno británico, obtuvo un beneficio neto atribuido de 535 millones de libras esterlinas (612 millones de euros) en los seis primeros meses del año, frente a las pérdidas de 2.032 millones de libras (2.326 millones de euros) del mismo periodo de 2012, informó la entidad, que ha designado a Ross McEwan como nuevo consejero delegado del banco en sustitución de Stephen Hester a partir del próximo mes de octubre.
El beneficio operativo de la entidad en los seis meses fue de 1.374 millones de libras (1.566 millones de euros), frente a las pérdidas operativas de 1.682 millones de libras (1.917 millones de euros) en el primer semestre del año anterior.
A su vez, los ingresos totales se vieron reducidos en un 9,2% hasta alcanzar 10.608 millones de libras (12.093 millones de euros).
En el segundo trimestre del ejercicio, RBS obtuvo un beneficio atribuido de 162 millones de euros, en contraste con las pérdidas de 557 millones del mismo periodo de 2012, mientras que la cifra de negocio disminuyó un 1,3%, hasta 6.235 millones de euros.
Nuevo CEO
Por otro lado, el banco ha anunciado el nombramiento de Ross McEwan, actual responsable de banca minorista de la entidad en Reino Unido, como nuevo consejero delegado de RBS a partir del próximo 1 de octubre en sustitución de Stephen Hester.
Tras el anuncio, el ministro británico de Economía, George Osborne, manifestó que McEwan se ha centrado siempre en conseguir que el RBS sea una institución "fuerte", que apoye la economía, y consideró que el nuevo directivo tiene "el liderazgo que el RBS necesita mientras el banco deja sus errores en el pasado".