
La atonía del mercado español ante la crisis económica y el empuje del sector exterior ha aumentado el interés de las empresas y de los trabajadores por expatriarse y trabajar en el extranjero; por una lado la compañía hace crecer su negocio y, por otro, el empleado mejora su carrera profesional.
Según los datos facilitados por la consejera delegada de la empresa de servicios de movilidad internacional de empresas y profesionales EMS, Ana Gazarian, las expatriaciones de grandes empresas y pymes han aumentado un 60% en los últimos años.
La crisis ha provocado un crecimiento de la internacionalización y el 50% de la facturación de las grandes compañías procede ya de su negocio en el exterior.
No obstante, la coyuntura económica adversa también ha modificado los tipos de expatriación y del "tradicional expatriado" que iba acompañado de un paquete altamente compensatorio, se tiende ahora a las llamadas "localizaciones de personal" o "paquetes locales".
Se trata de traslados de profesionales con interés en quedarse un largo período en el país de destino y que adquieren las condiciones de un contratado local.
Gazarian indica que la tendencia es "salir de los paquetes de altas remuneraciones hacia otras condiciones, que si bien son buenas, no son tan onerosas para la empresas".
En este mismo sentido, el secretario general del Foro Español de Expatriación (FEEX) y Director Académico del IE Business School, Miguel Ángel Vidal, afirma que en los últimos dos años hay un interés creciente del propio ejecutivo por mejorar su desarrollo profesional en el extranjero, ante el estancamiento del mercado nacional.
Así, el trabajador movilizado está dispuesto a adherirse a las condiciones locales a cambio de mejorar sus perspectivas laborales, lo que supone un coste "sensiblemente" menor para la empresa.
Vidal denomina esta expatriación "local plus" y explica que se refiere a puestos de directivo medio con visión de largo plazo y añade que el expatriado "de carrera" se reserva para puestos más críticos, como consejeros delegados o directores de negocio.
Según datos de las 30 grandes compañías integradas en FEEX, el personal desplazado ha crecido el 50 % de 2009 a 2011, al pasar de 2.714 expatriados a 4.089, mientras que el personal extranjero expatriado en España por estas mismas compañías cayó de 1.382 personas en 2009 a 730 en 2011.
Asimismo, Vidal resalta la "altísima responsabilidad" que tienen las grandes empresas sobre las condiciones de sus empleados movilizados, mientras que la consejera delegada de EMS cree que las multinacionales también están ajustando sus planes, reduciendo algunos beneficios en los viajes o en el periodo para seleccionar la vivienda.
"Muchas empresas dan una única cantidad para que el propio empleado se la administre en gastos de desplazamiento", añade Gazarian, tras advertir de que lo importante es seleccionar el mejor perfil para evitar riesgos en el proyecto que se quiere poner en marcha.
"Sacar un proyecto con un coste apretado, desmejora las condiciones de vida y de trabajo del empleado, y si el trabajador no está bien, no será productivo", incide, al tiempo que lamenta que la tendencia actual sea "muy cortoplacista".
El 30 % de las expatriaciones corresponden a las denominadas "tradicionales", mientras que un 20 % son movilizados bajo el paraguas de los "paquetes locales" o "local plus".
Las expatriaciones tradicionales suelen durar hasta 3 años y Europa sigue siendo el principal destino de movilización laboral, junto a América Latina y EEUU.
No obstante, las expatriaciones han crecido a África y Oriente Medio, arrastrados por las grandes constructoras españolas de infraestructuras.
El profesor de dirección de personal y organización de la escuela de negocios ESADE, Ceferí Soler, también indica que "los costes variables no asustan a las empresas", pese a que reconoce, que cada vez hay más contrataciones locales para evitar las expatriaciones.
Coincide en que la gran diferencia es que antes era la empresa la interesada por expatriar a sus empleados y ahora son los propios trabajadores los que toman la iniciativa de salir.
"Un aspecto positivo de la crisis es que la gente será mas emprendedora que nunca. No se debe tener miedo a salir, el expatriado regresará porque sus hábitos están en el país de origen y reportará más conocimiento e inversión", añade.
Al respecto, el director de recursos humanos de la multinacional española EVERIS, Eduardo Millán, explica que la visión global que tiene una multinacional donde el 50 % de los socios han sido expatriados "cambia totalmente".
"Invito a que la gente pierda el miedo porque la internacionalización del trabajador da mucha más facilidad para integrar la diversidad", asegura; y recuerda que cuando una empresa se lleva a los mejores con buenas condiciones "el mercado te lo paga y retorna la inversión".
En el caso de EVERIS, las expatriaciones han crecido un 33 % en el último año y actualmente tienen cerca de 250 expatriados, sobre todo en Latinoamérica, donde el negocio de la multinacional también ha aumentado al mismo ritmo.
Millán asegura que unos costes de expatriación altos obliga a que la empresa tenga "muy clara su misión, sus objetivos y su estrategia".
Esta multinacional diferencia entre varios tipos de expatriaciones; las que se refieren a la implantación de proyectos de corta duración, que suelen ser uno o dos años; las que se dirigen a desarrollar talento local o un negocio, denominadas misiones y que suelen alargarse hasta 4 años, y las expatriaciones llamadas "Oportunidad de Desarrollo Profesional".