Deloitte, el administrador concursal de Pescanova, ha ofrecido a la banca acreedora pignorar la marca y los flujos de caja que logre generar la compañía, como garantía para conseguir financiación. La multinacional gallega necesita de forma urgente 55 millones de euros para afrontar el pago de las nóminas de mayo y junio y poder atender así el pago a los proveedores. Sabadell, Popular, NCG, CaixaBank, Bankia y Deutsche Bank ya se han comprometido a facilitar esa línea de liquidez, pero el papeleo aún está a medio hacer, según informó ayer El Faro de Vigo.
De momento, la banca ha realizado una propuesta a Deloitte por la que el crédito se firmaría por un plazo de un año -algunas entidades prefieren reducirlo a nueve meses- y a un tipo de interés del euríbor más 400 puntos, es decir al 4,5% aproximadamente.
Tal y como adelantó elEconomista el pasado 14 de mayo, la banca ha asumido además que, al margen de este crédito, sólo hay una vía para salvar a la empresa gallega: aceptar una quita y capitalizar parte de la deuda, lo que supondrá su entrada en el accionariado.
Aunque las entidades esperarán a que se presente el informe concursal por parte de Deloitte y se conozca la propuesta de convenio con los acreedores, en las reuniones internas del denominado steering commitee o comité de pilotaje de las negociaciones, se da ya por descontada la operación. "Habrá que aceptar una quita o capitalizar deuda o, lo más probable, las dos cosas a la vez. Y tendrá que ser más pronto que tarde", aseguran las fuentes consultadas .
La mayor parte de la deuda la concentra la banca española, con Sabadell a la cabeza (222 millones de euros), Popular (165,5 millones), Novagalicia Banco (161,58 millones), Caixabank (157,44 millones) y Bankia (126 millones), integrantes del steering committee junto a Deutsche Bank y Royal Bank of Scotland. Éste último ha descartado ya, sin embargo, participar en la concesión del nuevo crédito. Deloitte está estudiando, por otro lado, solicitar al juez dos meses más para elaborar el informe concursal de la firma gallega, teniendo en cuenta la complejidad y el volumen de información procedente de sus filiales, lo que supondría tenerlo concluido a finales de agosto. La auditora disponía en principio de dos meses para presentar el informe concursal, contados a partir de la fecha en que se produjo su aceptación como administrador, es decir, que el plazo legal expira a finales de junio, teniendo en cuenta que aceptó esta labor el pasado 29 de abril, a petición de la CNMV.
Cambios normativos
La presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, indicó ayer, por otro lado, que seguramente, como consecuencia del caso Pescanova, el órgano regulador bursátil hará "algún cambio para ser más preventivos".
Aunque evitó pronunciarse sobre las cuentas hasta que KPMG, que está elaborando un informe forense, no concluya su trabajo, Rodríguez admitió que "la información que dio Pescanova no es equivalente a la realidad que se conoce ahora".
La presidenta de la CNMV se mostró, de hecho, contundente a la hora de valorar la gestión de la empresa pesquera. "Era una compañía con amo", aseguró, en referencia al presidente de la empresa, Manuel Fernández de Sousa, apartado ahora de todas sus funciones ejecutivas tanto en la matriz como en las sociedades filiales e imputado en la Audiencia Nacional por varios delitos societarios y utilización de información privilegiada.