El grupo financiero ha anunciado que en el último trimestre de 2012 registró un beneficio neto de 1.430 millones de euros, lo que supone un incremento del 20% con respecto a los 1.190 millones que ganó en el mismo periodo de 2011. Pese al avance, el resultado se queda por debajo de las previsiones. En concreto, lo analistas consultados por Bloomberg esperaban de media unas ganancias netas de 1.630 millones de euros.
Según informa la entidad, las cuentas presentadas hoy reflejan un impacto negativo de 643 millones derivado fundamentalmente de los costes de su reestructuración.
Pero el saneamiento de ING aún no ha concluido. Durante los próximos meses va a emprender un nuevo recorte de plantilla, que se añadirá a la salida de 2.350 empleados que anunció el pasado mes de noviembre. En concreto, recortará un total de 2.400 puestos de trabajo: 1.400 en Holanda y los 1.400 restantes en Bélgica. Este ajuste anunciado hoy eleva los recortes de personal en los últimos 15 meses a 7.500 empleados, lo que equivale a casi el 9% de la plantilla total del grupo.
El banco, que recibió ayudas estatales, está tratando de reducir costes en 1.000 millones de euros anuales. Hace pocos meses, logró que la Comisión Europea aceptase ampliar el plazo para que devuelva los fondos públicas recibidas durante la crisis, así como para que venda su negocio de seguros, debido a la situación de los mercados.
En concreto, ING tiene hasta 2015 para devolver al Estado holandés los 3.000 millones de euros de ayudas pendientes, más una prima del 50%, mientras que el plazo para desprenderse por completo de su negocio de seguros en Europa se prorroga hasta 2018, en lugar de 2013 como estaba inicialmente previsto.
Según ha indicado el banco, el ratio de capital de máxima calidad , el Tier 1, cayó al 11,9% entre octubre y diciembre, desde el 12,1% que se anotó en el tercer trimestre.
ING paga otros 1.125 millones a Holanda
