La Caixa exige a Portillo nuevas garantías para aceptar el acuerdo

Las negociaciones entre La Caixa y Luis Portillo están en un momento crítico. La caja catalana, que en 2006 vendió Inmobiliaria Colonial a Portillo, es uno de los principales financiadores del empresario sevillano. Como garantía de los créditos, La Caixa exigió en su día a Portillo que hipotecara muchas de sus propiedades, pero además pignoró un paquete importante de las acciones de la propia Colonial.

Ahora, tras recibir la oferta del fondo de Dubai, los títulos de la inmobiliaria tiene un valor inferior a los préstamos por lo que La Caixa pide a Portillo nuevas garantías.

Las conversaciones están siendo muy tensas ya que si La Caixa aceptara el precio que paga el fondo de Dubai y Portillo no aportara nuevas garantías, la entidad debería provisionar en sus cuenta de resultados las minusvalías. Pero a la vez Portillo sabe que si La Caixa no acepta el acuerdo, las acciones de Colonial podría caer todavía más en bolsa y las pérdidas de la entidad que preside Isidre Fainé aún podrían ser superiores a las que ahora tendría que contabilizar.

Fuentes oficiales de La Caixa confirmaron las negociaciones, pero aseguraron que "es un tema que maneja nuestro departamento de riesgos". La entidad no quiso determinar ni el porcentaje de Colonial que tiene pignorado a su favor y que podría ejecutar en cualquier momento, ni el precio de la acción que se acordó en los préstamos otorgados a Portillo.

Otro aspecto sobre el que la caja catalana no se ha querido pronunciar es sobre la solvencia de las empresas de Portillo en 2006, año en que La Caixa vendió su 40 por ciento de Colonial al empresario sevillano. Según la auditoría realizada por Deloitte sobre las cuentas de Grupo Portival (holding a través de la que operaba Portillo), esta compañía se encontraba en una "situación de fondos propios contables negativos" que hubiera sido causa de disolución. Entonces, Portillo salvó la compañía gracias a un préstamo participativo de 35 millones realizado por una de sus filiales (Zent Inversiones) y la promesa de que en 2007 la compañía ampliaría capital. Portival también cerró el año 2006 con un fondo de maniobra negativo según la auditoría.

Según fuentes de La Caixa, la entidad nunca dudó de la solvencia de Portillo y "para que los accionistas minoritarios también se beneficiaran del precio que nos pagó Portillo por Colonial, le exigimos que realizara una opa sobre el 100 por cien del capital". La Caixa vendió el 40 por ciento Colonial a Portillo por 1.466 millones de euros, de los que casi 700 millones fueron plusvalías para la entidad.