
Todos los caminos de España conducen al ERE, ya sea en dirección norte o sur. Ya sea a una fábrica de coches, a una gran superficie comercial o a las alturas de un andamio; empresa privada, ente público... Los economistas hablan de que se podría superar el medio millón de afectados este año.
Ni las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) se libran de la quema. España se salpica de Expedientes de Regulación de Empleo al ritmo de 1.300 trabajadores diarios (último dato de mayo publicado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social).
¿Le suenan estos titulares? "Trabajadores de Teletech protestan contra 600 despidos en Valencia", "La Ciudad de las Artes despedirá a la mitad de la plantilla", "La fundación pública Doñana 21 despide a 10 técnicos", "Comsa reduce un 17% la afectación del ERE y despedirá a 248 trabajadores", etc.
¿Seguimos? "El ERE de Vodafone afectará a 4.200 empleados en España", "Acciona Infraestructuras ha presentado en Madrid un expediente de regulación de empleo híbrido para 1.142 trabajadores". Y así, suma y sigue.
Un futuro muy negro
En los primeros cinco meses del año, hubo un total de 13.518 que afectaron a 176.518 trabajadores. Los sindicatos dictan su propio veredicto y aseguran "que pinta muy mal". Además, los últimos datos del Gobierno del mes de mayo no parece que vayan a cambiar el mapa: el número total de trabajadores afectados fue de 40.017 (5. 393 con extinción de contrato; 26.790 en suspensión y 7.834 afectados por reducción de jornada).
El incremento en relación al mismo mes del año pasado es importante. El propio Ministerio saca las cuentas: ha subido un 83,9% en el total, un 157,3% los que están en suspensión y un 42,9% los que tienen reducción de jornada.
Lo dicho, basta mirar el mapa para saber que algo en España no funciona. Se mire donde se mire, "en todos los sectores y en todos los segmentos. Es una barbaridad", denuncia la secretaria confederal de empleo de CCOO, Paloma López, que critica que "con la reforma laboral, los expedientes van sin acuerdo", lo que contribuye a dar luz al ERE exprés y a reducir plantilla de forma barata. Esté o no en la lista de afectados, estas siglas son la nueva pandemia del siglo XXI que, tarde o temprano, toca.
Las probabilidades de estar en la lista son muy altas. La infografía que presentamos, desgraciadamente, es sólo una pequeña muestra hecha a vista de pájaro. Entre los expedientes con mayor número de afectados están los presentados por Michelin, los grupos de telecomunicaciones Vodafone y Telefónica o los entes públicos de radiotelevisión. Otros son menos numerosos, pero no por ello más llamativos como la base militar de Morón o Greenpace.
Aguantar la crisis
En Michelin, la dirección ha planteado a los sindicatos la aplicación de un expediente de regulación temporal que afecta a un total 4.863 personas de las fábricas de Lasarte (Guipúzcoa), Aranda de Duero (Burgos), Valladolid y Vitoria. El parón productivo será durante 3.636 días laborales por trabajador hasta el 30 de septiembre".
Según la dirección, la bajada de ventas ha provocado un incremento en los estocajes, por lo que no es posible "aguantar la caída productiva con las medidas internas que asumimos en 2008". También las cifras se han disparado en Vodafone España. La empresa comunicó en marzo un ERE temporal de dos semanas de duración en el año fiscal 2012-2013, correspondiente al periodo del 1 de abril de 2012 al 31 de marzo de 2013.
Durante este periodo de suspensión temporal de la relación laboral, los empleados podrán solicitar la prestación por desempleo. Adicionalmente, los trabajadores que lo deseen podrán elegir entre no trabajar los viernes durante un año completo o reducir la jornada diaria en una hora. La situación en la competencia tampoco es mejor. En Telefónica, un total de 2.099 empleados se apuntó al ERE presentado por la compañía en España en el segundo trimestre del año, lo que eleva a 6.500 el número global de trabajadores acogidos a este expediente y cubre el número máximo previsto. El plan, que se inició en 2011 y concluirá en el 2013, permitirá un ahorro de 1.400 millones de euros.
Otros procesos que han ocupado portadas por su tamaño son los entes públicos de televisión como el de la valenciana (y que no computa de momento en la cifras del Ministerio ya que fue presentado en julio). Radio Televisión Valenciana ha anunciado un expediente que afectará a 1.295 trabajadores de los 1.695 que conforman la plantilla, que quedará reducida a sólo 400 trabajadores.
En RTVE se habla de 1.296 regulaciones y la amenaza de nuevos ajustes, como los que sufren los medios de comunicación: 1.000 en Prisa, 135 Unidesa (editora de El Mundo) y 440 en Efe.
El lastre del ladrillo
La crisis tampoco perdona a la banca y la construcción, a los que se les culpa de la crisis. En los primeros, la fusión de entidades ha provocado el cierre de oficinas y unos 19.500 trabajadores se quedaron por el camino hasta finales del año pasado, según los datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). En el caso de Banca Cívica, los sindicatos y la dirección acaban de firmar el acuerdo de reestructuración laboral, que afecta a 1.500 trabajadores, el 20 por ciento de la plantilla. Nadie duda de que aún quedan fichas por mover en este tablero.
También la construcción: se han destruido más de un millón de empleos que han arrastrado a los subsectores auxiliares.
Los últimos en presentar expediente han sido Cementos Portland. La filial de FCC ha planteado a los sindicatos un plan de reestructuración que supone un ajuste de más de 500 empleados, alrededor del 16 por ciento de la plantilla, y el cierre de la planta de Vallcarca (Barcelona) durante diez meses al año. La alternativa: o esto o cerrar tres de las ocho fábricas de cemento con que cuenta en España, según informó el grupo.
También en Acciona hay problemas serios: demasiada gente para poca cosa. Los retrasos de proyectos y suspensión de obras obligan al grupo de infraestructuras a plantear un ERE que afectará a un total de 1.100 personas. Según fuentes consultadas, se producirán como máximo un total de 294 despidos y el resto se tendrá que enfrentar a suspensiones temporales, reducciones de jornada o en definitiva, medidas de flexibilidad laboral.
"Es lo que hay", dicen resignados en Acciona. Y es lo que hay en otras tantas empresas del sector. La constructora francesa Eiffage planea un expediente para 440 personas en España; Comsa prevé rescindir 132 contratos temporales, además de los 298 empleados indefinidos incluidos en el ERE; Precom (Cementos Molins) tiene un expediente para 194 trabajadores, el 31,5 por ciento de la plantilla; en Holcim España el porcentaje es del 28 por ciento (295 personas).
En empresas auxiliares, Puertas Norma ha presentado un plan de extinción de 386 puestos de trabajo en su planta de San Leonardo de Yagüe (Soria), mientras que los trabajadores de Teka de Santander se manifiestan en contra de una regulación para 198 trabajadores.
En el sector aéreo las cosas no van mejor. El ERE de Ari Europa afectará a 61 trabajadores de tierra y la empresa de asistencia en tierra Newco habla de 1.000 de sus 1.400 empleados en España.
También el textil necesita remiendos. Adolfo Domínguez ha planteado al comité de empresa un expediente para 50 empleados de su planta de Orense y la cadena de ropa infantil Prénatal prevé cerrar 40 tiendas y despedir a 275 trabajadores, de una plantilla de 600.
Y si las farmacéuticas gozan de poca salud gracias a los impagos de la Administración -Merck regulará al 20 por ciento (230) de su nómina compuesta por mil empleados-, también las empresas ligadas al motor están gripadas. En los ERE de suspensión temporal de contratos, el sector del automóvil ha contribuido a engordar la cifra de afectados. El último ha sido el de la fábrica de General Motors en Figueruelas (Zaragoza), con 316 personas en la lista.
Por seguir en el sector, y por seguir en la región, Derbi, propiedad de Piaggio, aplica un proceso temporal a toda su plantilla de su plante de Martorelles (Barcelona) hasta que se encuentre una solución. También es lo que piden los 121 empleados de Panrico que están en el punto de mira de la dirección o los trabajadores de Altadis, que sufren su absorción por el grupo Imperial Tobacco, que prevé 830 despidos o regulaciones de empleo.
Estas vacaciones serán muy diferentes para los que están en la lista y para los que pueden estar: la Ciudad de las Ciencias en Valencia, el Ayuntamiento de Jerez, etc. El ERE pende cual espada de Damocles.