La constructora que preside Jacinto Rey planta cara a la depresión económica nacional con una mejora de márgenes, un aumento de su actividad exterior y una apuesta por el sector de la energía y las concesiones.
Y es que la reducción de la licitación en España y la sequía de crédito siguen afectando de lleno a la tradicional actividad constructora, que facturó un 11,7% en 2011, hasta 641,13 millones de euros, por la contracción del mercado nacional. A esto se suma una contracción del negocio inmobiliario del 32% ante la dificultad de vender promociones.
Mientras, la nueva división de energía y la de concesiones crecieron un 63% y un 128,5%, respectivamente. Además, el negocio internacional compensó la caída en España con un incremento del 2,8%.
Así, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) progresó un 23,7%, hasta 84,22 millones, gracias a "la mejora de los márgenes de rentabilidad".
La compañía cerró 2011 con unas pérdidas de 36,15 millones de euros y con una deuda de estable frente al año anterior de 1.634,94 millones de euros.