
La reforma financiera presentada ayer por el ministro de Economía, Luis de Guindos, obligará a la banca a sanear sus cuentas por la exposición al ladrillo con 50.000 millones de euros. Bankia será una de las entidades que más deberá provisionar, la misma suma que deben destinar a tal fin Santander y BBVA juntos, las dos principales entidades españolas.
Según los datos del banco de inversión japonés Nomura, el banco cántabro está obligado a provisionar 2.700 millones de euros para cumplir con las nuevas exigencias del Gobierno. Por su parte, BBVA necesita 2.600 millones para sanear su cuentas.
En cambio, Bankia, resultado de la fusión entre Caja Madrid y Bancaja y otras cinco entidades de tamaño menor, requiere 5.300 millones, según Nomura. Bankia supone la mitad de tamaño por activos que BBVA, y una cuarta parte que Santander.
¿Cómo cumplirá Bankia?
El Grupo Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, valoró ayer "positivamente" las medidas anunciadas por el Gobierno, "en cuanto fortalecen la confianza en la economía y el sector financiero español". Según aseguró, cumplirá los nuevos requisitos en materia de provisiones "dentro de los plazos y condiciones establecidas".
La entidad cuenta con una serie de recursos como deuda subordinada y participaciones preferentes (unos 6.300 millones de euros), provisiones genéricas por importe de 1.100 millones de euros, venta de activos no estratégicos (carteras de crédito, inmuebles, 'sale&leaseback, etc) o generación de resultados, entre otros.
Además, BFA-Bankia indicó que las medidas le permitirán afrontar las nuevas exigencias "sin necesidad de recurrir a fondos públicos y en los plazos y condiciones establecidos por el Gobierno, así como los requerimientos marcados por la Autoridad Europea Bancaria (EBA, por sus siglas en inglés) en materia de solvencia".
Los detalles de la reforma
De Guindos explicó ayer que para los activos problemáticos se establece una provisión específica, con una dotación extraordinaria con cargo a resultados, por un importe próximo a 25.000 millones de euros.
Se prevé, además, un colchón de capital del 20% sobre suelo y del 15% para promoción en curso, que irá con cargo a beneficios no distribuidos, ampliación de capital o conversión de híbridos (preferentes, bonos convertibles, deuda subordinada), por un importe estimado en torno a 15.000 millones de euros.
La reforma también obligará a las entidades a crear una provisión genérica del 7% del crédito promotor no problemático, que será de unos. 10.000 millones de euros.
Tras la reforma, las provisiones específicas más el colchón de capital cubrirán:
· Suelo: un 80% de los activos problemáticos, frente al 31% de hasta ahora.
· Promociones en curso: el 65% en el caso de las promociones en curso, frente al 27% previo.
· Promoción terminada y vivienda: el 35%, frente al 25% de hasta el momento.