Los Gobiernos de Bélgica y Francia están reaccionando con rapidez para atajar los problemas de la entidad financiera. Tras anunciar ayer que actuarían para ayudar al banco, hoy desde El Elíseo se han mostrado confiados en que el plan de rescate estará listo mañana.
"Creo que mañana podría encontrarse una solución", ha afirmado hoy el ministro de Finanzas de Francia, Francois Baroin, en declaraciones a emisora de radio RTL. Según explicó, la opción que sobre la que se trabaja pasa "indiscutiblemente" por una reestructuración de Dexia, que no podría mantener su forma actual. "Eso es irrefutable", agregó.
En este sentido, indicó que la fómula más "sólida" será la que involucre su absorción por parte del banco estatal galo Caisse des Depots y Banque Postale, la división bancaria del servicio postal. Por su parte, el primer ministro en funciones, Yves Leterme, señaló que están considerando incluso la nacionalización de las actividades del banco, después de mostrarse partidario ayer de aportar garantías financieras "si fuera necesario".
"Bélgica y Francia reaccionaron perfectamente en 2008 (...) En esta ocasión haremos prácticamente lo mismo. Garantizaremos la protección de los depósitos de los particulares, principalmente en Bélgica, y el mantenimiento de la actividad de los gobiernos locales para financiar sus inversiones", añadió Baroin.
Reacción en cadena
Las acciones de Dexia llegaron a hundirse ayer más del 33% en la apertura de la bolsa de Bruselas, si bien luego se recuperaron algo hasta perder algo más de un 22% al cierre.
Este desplome se debió a que los inversores y analistas interpretaron el comunicado con que se cerró una reunión de urgencia del consejo de administración en el sentido de que la entidad estudiaba su desmantelamiento para ganar liquidez. Dexia está afectado por su exposición a la deuda soberana griega y las restricciones para acceder a los mercados de capitales.
Además de la virulenta reacción en el mercado, se avivaron las especulaciones sobre el potencial impacto negativo sobre la nota de solvencia, de triple 'A', al ofrecer su respaldo al banco. Las autoridades financieras han salido también al paso de estos rumores: "Encuentro estas apreciaciones exageradas y muy inexactas", afirmó el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer.
Por otra parte, los clientes del Banco Dexia Bélgica, filial del grupo bancario francobelga Dexia, retiraron 300 millones de euros de sus cuentas, según indicahoy el periódico económico belga neerlandés De Tijd, que especifica que representa mucho menos de lo que fue retirado durante la crisis de 2008.
El Banco Nacional de Bélgica (BNB) se vio forzado el martes a garantizar a los clientes de Dexia que sus ahorros "estaban perfectamente asegurados" y que no había "ninguna razón para que los clientes efectuaran retiros".