Florentino Pérez ya cuenta con el visto bueno de los socios del Real Madrid para acometer la quinta gran remodelación que experimenta el estadio Santiago Bernabéu en su larga historia, desde que fue oficialmente fue inaugurado el 14 de diciembre de 1947. La Asamblea General Extraordinaria del club celebrada el pasado 25 de septiembre respaldó la reforma del coliseo por abrumadora mayoría: 786 votos a favor frente a sólo 10 en contra.
Las dudas que surgieron entre algunos socios durante la reunión anual relacionadas con la financiación del proyecto fueron acalladas con prontitud y firmeza por Florentino Pérez, pero están justificadas.
El presidente blanco no fue capaz de precisar cómo se financiará la ambiciosa remodelación, que supone ampliar la capacidad del estadio en cerca de 10.000 nuevos asientos, hasta alcanzar 90.000 plazas. "Los recursos para la obra los sacaremos, porque es una inversión. No veo ningún problema".
Sin embargo, sí que los hay, porque el club, uno de los más endeudados de toda Europa con un pasivo de casi 600 millones de euros, necesita cerca de 250 millones para empezar a acometer unas obras que deberían estar concluidas en 2014.
Y, según reconocen fuentes de la propia directiva, no dispone de ellos. Eso sí, nadie se pronuncia en público, porque se trata de un proyecto muy personalista. El director general del Real Madrid, Emilio Butragueño, llegó a precisar el pasado jueves a este diario que desconocía la marcha del proyecto, porque "es un tema que lleva directamente el presidente".
Florentino Pérez ya ha comenzado a contactar con distintos fondos de inversión extranjeros para intentar obtener la financiación que necesita.
El abanico de posibilidades que se abren es muy amplio y pasa, incluso, por otorgar una concesión durante un periodo de tiempo determinado para explotación comercial de los terrenos situados entre las calles Rafael Salgado, Paseo de la Castellana y Concha Espina, que en su conjunto suman 3.600 metros cuadrados, con una edificabilidad total de 9.576 metros cuadrados.
Sin embargo, la fórmula final aún no está decidida y dependerá de las condiciones de financiación que el Real Madrid pueda conseguir en un mercado exigente y caro. Como se recordará, la ampliación del estadio comprende la construcción de un hotel de cinco estrellas, un centro comercial y un parking subterráneo capaz de albergar 1.500 plazas.
Si el proyecto, que sobre el papel aún no existe, sale adelante, se baraja la posibilidad de trasladar los vestuarios y el palco a la zona de nueva construcción para dar sentido a la reforma, reconocen fuentes próximas al Real Madrid.
"Este estadio es parte de nuestra genética. El nuevo Bernabéu es un desafío arquitectónico de máximo nivel, de prestigio, que aumentará nuestros ingresos. Vamos a dotar al estadio de una nueva piel envolvente, un hito, con 1.500 plazas más de parking. Cambiará la esquina y el Madrid pasará a poseer toda la manzana del estadio", insistió Pérez ante la asamblea, negando cualquier tipo de problema económico pese sus abultados compromisos.
Y el problema añadido es que a las dificultades que Florentino Pérez tendrá para obtener dinero fresco se suma además el fracaso cosechado en las negociaciones mantenidas con Emirates, la aerolínea del Golfo Pérsico, encaminadas a cerrar un acuerdo de patrocinio sobre el estadio.
La alianza alcanzada, anunciada a finales de julio, es de bajo perfil y queda ceñida a que Emirates será la nueva aerolínea oficial del equipo merengue durante los próximos cinco años. Un jarro de agua fría para las pretensiones de Pérez.
Entidades
El 'pelotazo' de Florentino