
Hubo un tiempo en que el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, estaba muy bien posicionado entre el PP de Murcia. Pero eso pasó ya a la historia. Del Rivero se ha convertido hoy en un empresario afín al Gobierno socialista y, con mayor o menor respaldo, se ha valido de sus buenas relaciones con La Moncloa en más de una ocasión para intentar dar un golpe de mano.
Ahora lo está intentando en Repsol junto a la mexicana Pemex, pero durante la primera legislatura de Zapatero, el órdago lo lanzó sobre BBVA.
Con el respaldo de Sebastián -entonces en la Oficina Económica del Gobierno-, se hizo con el control del 3,1% del capital de la entidad para relevar a su presidente, Francisco González.
La inversión para alcanzar el objetivo de controlar la entidad sólo llegaba al 3,1% de su capital, en su mayoría a través de opciones sobre acciones, y del 3,6% si se contaba con los títulos en poder de otros empresarios que "apoyaban el proyecto", como Juan Abelló y Demetrio Carceller.
La capitalización de Sacyr era, por entonces, de algo más de 3.000 millones de euros, y la de BBVA rondaba los 43.000 millones, pero Del Rivero estaba convencido de contar con el respaldo de Moncloa.
Pero se topó con la oposición del Banco de España y del Ministerio de Economía y tuvo que abandonar. Eso sí, con plusvalías de 148 millones.