No hubo acuerdo. Tras una tensa reunión con la Liga de Fútbol Profesional (LFP), los futbolistas decidieron ayer mantener la convocatoria de huelga para la primera y la segunda jornada del campeonato, que debería comenzar el próximo fin de semana.
La tensión sube y los ánimos entre los clubes se van así poco a poco calentando. Javier Tebas, exvicepresidente de la LFP, representante legal de una decena de clubes y miembro de la comisión ejecutiva, se mostró ayer contundente en declaraciones a elEconomista. "¿Cómo vamos a garantizar el pago de todo el sueldo si hay futbolistas que están defraudando a la Agencia Tributaria y cobrando en negro?", se preguntó.
Tebas aseguró desconocer el importe del dinero defraudado, aunque insistió también en que "aunque no es algo que ocurra en todos los casos, sí que estamos hablando de una cantidad importante". Para la Liga, las posturas están en cualquier caso más alejadas que nunca y resulta por lo tanto muy complicado lograr un acuerdo que permita el inicio de la competición.
La patronal se planta
Y es que la LFP no está dispuesta a más exigencias para garantizar el cobro de los salarios. "Durante cuatro años ha existido un Fondo de Garantía Salarial que ha funcionado bien. La semana pasada se aprobó un nuevo fondo de 40 millones pero no satisface a la AFE y no se puede llegar a más", explicó Tebas.
La Liga se desmarcó ayer oficialmente de las declaraciones de Tebas respecto al fraude fiscal y el sindicato de futbolistas rechazó con contudencia sus acusaciones. "Negamos con rotunidad que exista entre las cantidades adeudadas y denunciadas por AFE cantidad alguna de dinero negro, siendo requisito indispensable para la solicitud de dichas garantías, como condición inexcusable de AFE, que las mismas se refieran a contratos depositados en la LFP". La AFE denuncia asimismo que, "ante la falta de argumentos frente a las reivindicaciones formuladas por los futbolistas, la LFP está intentando confundir a la opinión pública con comentarios y descalificaciones falsas ".
Entre todo este revuelo de declaraciones, los jugadores siguen sin firmar el convenio colectivo del que tienen acordado el 80 por ciento. El mayor escollo es el fondo de garantías. Según la AFE los 10 millones que ha establecido la patronal como tope anual no asegura el cobro de los salarios de todos los jugadores cuyos clubes están en concurso de acreedores. "Este año se han declarado siete concursos, por lo que con el fondo no se garantiza más que un sueldo de 60.000 euros por jugador de primera división y uno de 40.000 euros para los de segunda", explica el sindicato presidido por Luis Rubiales.
"Estamos en contra de un fondo de garantías para el pago de las deudas, deberían autogestionarse ellos solos", explicó el presidente de la LFP, Astiazarán, tras la reunión. Ante este posicionamiento, el sindicato ha exigido que se aplique la ley del Fútbol y que cualquier equipo que no pueda pagar sus deudas que baje a segunda división en vez de declararse en quiebra.
La incapacidad de llegar a un acuerdo ha llevado a las partes a reunirse este viernes para tratar de acercar posturas e iniciar cuanto antes la Liga BBVA.