Lima las diferencias con la Junta tras entregar el tercer proyecto de reapertura
sevilla. Hablar de Riotinto es hacerlo de una actividad minera con más de 5.000 años de historia, aunque fueron los romanos quienes iniciaron la explotación regular del yacimiento ubicado en la provincia de Huelva en el siglo II antes de Cristo. Pero es también hablar de una comarca con unos 25.000 habitantes y ocho municipios azotada por un paro masculino del 40 por ciento y femenino del 60, explica con pesar Fernando Fernández, vicepresidente de Emed Mining Spain.
Esta empresa es filial de la multinacional Emed, que cotiza en las bolsas de Toronto y Londres y que lleva tres años empeñada en reabrir el yacimiento onubense cerrado desde 2002, donde ha identificado unas reservas probadas de más de 600.000 toneladas de cobre. A un precio actual del entorno de los 6.600 euros la tonelada, y tras un lustro en el que el precio viene cubriendo entre dos y tres veces los costes de explotación de una mina, ese alto interés se entiende mejor.
"Llevamos tres años navegando en círculos", asegura el directivo andaluz, ligado entre 2003 y 2006 al gran proyecto minero que ha reabierto la "fiebre" por la minería en Andalucía, Cobre Las Cruces, la mayor explotación a cielo abierto de Europa ubicada en Sevilla. "Pero creo que ahora ya ha calado en la Junta que la reapertura de Riotinto puede ser una oportunidad laboral, económica y de recuperación medioambiental de toda la zona".
Balsas
Emed posee la totalidad de los activos de Riotinto desde 2009, a excepción de dos balsas mineras fruto del caótico cierre de la explotación hace nueve años por parte del expropietario, Carlos Estévez. Estas balsas son clave para reanudar la actividad, pero su propiedad está en manos de Rumbo 5.0, que pretende levantar en ellas y otros terrenos aledaños (1.200 hectáreas que adquirió en 2005 en subasta a la Agencia Tributaria por 2,8 millones) un campo de golf y viviendas de lujo. Jaime Montaner, exconsejero de Obras Públicas de la Junta, es el redactor del proyecto. Rumbo está controlada por un empresario también ligado al PSOE andaluz, Severiano López Martín.
Junto a ello, y de mucha mayor importancia a corto plazo, está la concesión de los derechos mineros a la empresa, derechos que están en manos de la Junta de Andalucía. "Hemos presentado el tercer proyecto de reapertura de la mina y en abril, por primera vez desde 2008, técnicos de la Junta y de Emed entraron en el detalle de varios puntos de ese proyecto, lo cual era ya esperanzador para nosotros. Hemos llegado al acuerdo de presentar el 1 de septiembre un proyecto básico de restauración medioambiental sobre un perímetro mucho más amplio que el originalmente establecido. Igualmente, incluimos un plan social que garantizará unos ingresos mínimos durante 12 meses, si la mina cerrase súbitamente, para los 350 empleados directos que tendremos", detalla. Esta era una exigencia de los sindicatos, escarmentados tras el cierre de 2002 cuyas consecuencias aún se palpan. A ello se añade un plan de gestión del agua para evitar vertidos.
Perspectiva temporal
"Con todo ello", señala el directivo que también estuvo ligado a la antiguo Riotinto entre 1972 y 1987, "confiamos en que los derechos mineros se nos concedan antes de fin de año como muy tarde". A partir de ahí, Emed se da 12 meses para adecuar las instalaciones productivas con una inversión de 80 millones. La empresa estima en 15 años la vida útil de la mina, ampliables a 23 si los recursos identificados se convirtieran en reservas probadas de mineral de cobre.
¿Y las balsas, tema en el que Emed se enfrenta a poderosos intereses político-económicos? "Ya compré más de mil hectáreas de terreno a 106 propietarios para abrir Cobre las Cruces. En cuanto tengamos los derechos negociaremos". Fernández no se arredra ante nada: sólo ante la situación de penuria de muchas familias de esta mítica comarca minera andaluza.