
El Santander saca el trapo para limpiar la imagen de la banca. El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, ha decidido dar un paso adelante al enviar una carta al presidente de la AEB, Miguel Martín, a la que tuvo acceso elEconomista, en la que le propone que la patronal impulse medidas para favorecer la normalización del sistema hipotecario.
Entre la batería de propuestas que lanza el ejecutivo del Santander figura que se mejore el proceso de ejecución hipotecaria de forma que se facilite la concurrencia a las subastas judiciales. Así, se lograría maximizar el valor del inmueble, lo que beneficia tanto al deudor como al acreedor, y se acortaría el plazo medio del proceso, que actualmente se sitúa en torno al mes.
Propone que se introduzcan las subastas judiciales a través de Internet, que se incremente la accesibilidad a la máxima información posible de la vivienda y que se divulguen las fechas de las subastas.
El banco también aboga por facilitar el sistema de pago para participar en una subasta que ya se haya reducido de la aportación inicial del 30 al 20% del importe a consignar, pero que podría valorarse un recorte mucho mayor. Asimismo, el plazo para obtener el 80 por ciento restante de la financiación, que ahora es de 20 días, podría aumentarse hasta un mes.
Se recomienda también una actualización de la tasación para que el valor del inmueble subastado esté más cercano a los precios reales y que se recorte la duración del proceso de ejecución ahora en 2,5 años.
Sáenz tambien propone una mejora del procedimiento notarial de ejecución extrajudicial, que es más ágil y aporta un nivel de garantía jurídica elevado.
Mejora de la moratoria hipotecaria
El número dos del Santander propone también que se mejore la línea moratoria hipotecaria del ICO con un calendario de pagos estable, una garantía total de la institución y unos márgenes atractivos para las entidades y un incremento de la cuantía mínima de la hipoteca.
Entretante, el Santander dio el primer paso al anunciar que dará una periodo de tres años de carencia para todos aquellos clientes suyos con hipoteca que se hayan quedado en el paro o hayan sufrido una merma de los ingresos familiares del 25 por ciento. La iniciativa del Santander les eximirá del pago del capital hipotecado durante tres años aunque tendrán que seguir pagando los intereses.