
Lejos de provocar incertidumbre, el paso a un lado de Amancio Ortega ha sido visto por los mercados como un cambio necesario encaminado a su profesionalización. el éxito rotundo de su negocio a través de Internet y la evolución en los países del Eje Asia-Pacífico son las claves de este triunfo.
El cambio de era en la textil gallega Inditex parece no haber influido de forma negativa en la velocidad de crucero que mantiene la compañía desde hace años. Incluso el paso a un lado de su fundador, Amancio Ortega, lejos de sembrar de dudas el futuro del gigante de la moda, ha sido visto como un relevo generacional necesario y lógico.
Su delfín y recién estrenado presidente, Pablo Isla, mantiene muy buena reputación en los mercados internacionales, lo que ha provocado una revalorización de la cotización de Inditex tras su llegada y una revisión al alza de su previsión de beneficios para los próximos años. En realidad, el cambio en el trono de Inditex representa la conversión definitiva de empresa familiar a una multinacional profesionalizada. Un proceso que se inició con su salida a bolsa, hace ahora diez años. Y así lo ha entendido su nuevo primer espada.
En su primer discurso formal como presidente, Pablo Isla destacó que su nombramiento responde a una profesionalización lógica de la compañía. "Todos los pasos que se han dado han ido teniendo un sentido y una orientación clara, y hoy no se marca ninguna ruptura porque se trata de un proceso que ha tenido continuidad a lo largo del tiempo", explicó Isla.
Ahora, el gigante de la moda gallega tiene en el horizonte el reto de su expansión en los países emergentes, principalmente la zona de Asia-Pacífico, así como el desarrollo del nuevo modelo de las tiendas online. Y para muestra un botón.
Según explicaba Isla hace unos meses sin ofrecer cifras, la tienda de Zara en la Red se ha convertido ya en el establecimiento más rentable del mundo, por lo que el recorrido de este modelo se presenta ahora mismo ilimitado. Y es que el negocio a través de Internet está siendo bien aprovechado por Inditex, que se está sirviendo del potencial internacional de su marca estrella, Zara, para posicionarse en mercados todavía inexplorados.
Beneficio y caja, al alza
De hecho, el conseso de mercado así lo entiende. Según las previsiones recogidas por FactSet, de continuar con la actual tendencia, Inditex dispararía su beneficio más de un 50 por ciento en 2015, incrementado además su nivel de caja un 123 por ciento, hasta los 7.653 millones de euros (ver gráfico). Pero no son los únicos.
Esta semana, Credit Suisse, coincidiendo con el nombramiento de Isla, también decidía revisar al alza su valoración sobre los títulos de Inditex. En concreto, lo hizo en un 71 por ciento. Esta revisión de las previsiones, según se explicaba en el informe, vienen motivadas por la aceleración del crecimiento de las ventas para 2011 y 2012, así como por el crecimiento exponencial en los países de economías emergentes. Además, la reducción cada vez mayor del peso de España en la facturación global del grupo, también está favoreciendo para que el mercado mire con buenos ojos el futuro más inmediato del gigante gallego. Este informe prevé que el mercado nacional pase a representar del 28 por ciento de la actualidad a un 20 por ciento en 2014.
Precisamente, el gran objetivo más inmediato del gigante que dirige Pablo Isla está a muchos kilómetros de distancia de España. En Rusia, y sobre todo, en China. Inditex, propietaria de cadenas como Zara, Massimo Dutti, Oysho, Stradivarius y Pull & Bear, entre otras, tiene previsto este año la inauguración de entre 450 y 500 tiendas y de ahí al menos cincuenta corresponden al mercado ruso y cien al chino. Es decir, que estos dos países concentrarán casi uno de cada tres nuevos establecimientos.
Además, Inditex mantiene la idea de ampliar su portfolio. La firma gallega estudia ahora la puesta en marcha de un nuevo formato especializado en zapatos y complementos. Por el momento, el lanzamiento se encuentra en fase de estudio y se desconoce si prosperará finalmente.