Otra nueva vuelta de tuerca a la guerra del tabaco en España. Según ha podido saber este periódico en fuentes del sector, Imperial Tobacco, dueña de Altadis, subirá el precio de sus principales marcas en los próximos días (previsiblemente mañana) con el objetivo de dar por finalizada una batalla de márgenes y cuotas de mercado que comenzó hace algo menos de dos meses.
En concreto, Imperial, que controla marcas como Fortuna o Ducados, aplicará una subida de entre 15 y 30 céntimos en sus principales marcas con la intención de que el resto de sus competidores más inmediatos se decidan a realizar un aumento de similares características. Según estas mismas fuentes, de no producirse el efecto deseado, Imperial se vería obligada a reducir nuevamente el precio para evitar un desastre mayor en sus márgenes. Un portavoz del grupo prefirió ayer no hacer comentarios al respecto.
Con esta subida, la tabaquera pretende terminar con dos meses de bajadas generalizadas de precios puestas en marcha por las grandes multinacionales tabaqueras que operan en España, que ha llevado al límite la rentabilidad de un sector ya de por sí castigado por la caída del consumo y la normativa antitabaco.
Una guerra que también ha sacudido la recaudación fiscal del propio Gobierno, que vería reducir sus ingresos en este sentido cerca de 1.400 millones de euros al final de año.
Según fuentes del sector consultadas, con este movimiento, Imperial quiere hacer un llamamiento a la cordura al resto de sus competidores, mientras lanza un mensaje de tranquilidad al Gobierno central en materia de impuestos.
Imperial Tobacco castigada
Conviene recordar que Imperial Tobacco está siendo una de la compañías más castigadas por esta batalla de precios. De hecho, el pasado 13 de junio se vio obligada a recortar la previsión de beneficio para final de año (profit warning) reconociendo al mercado que su resultado al final de año se reduciría algo más de 124 millones.
Imperial fue una de las primeras tabaqueras en avisar sobre la difícil situación que estaba atravesando en España el sector. No en vano, ha tenido que cerrar su planta de transformación de tabaco negro en Extremadura y reducir hasta un 35 por ciento la producción de su fábrica de Cantabria, donde se manufacturan las principales marcas nacionales. En este sentido, su volumen total de ventas en España retrocedió un 14,8 por ciento en su primer semestre fiscal, hasta 11.500 millones de euros.