"Que se haga cargo el señor Botín del abono a los tenedores de pagarés". Con estas palabras José María Ruiz-Mateos se despedía de la prensa tras pedirle al presidente del Banco Santander que rectifique y dé la cara, además de proponerle "una actuación con él al alimón delante de los medios".
Ruiz-Mateos aseguró que tenía documentos e incluso fotos que podían probar la verdad, pero que como "tengo más dignidad que aquellos que se esconden y desaparecen como ratas" iba a esperar a ver si daban la cara; y sino, en una segunda vuelta "diré nombres y lo contaré todo, si hay que morir se muere, pero el causante del crimen también".
Así terminó su discurso que inició con una frase que repitió a lo largo de toda la comparecencia: "No voy a morir como un estafador y un infame, voy a morir con dignidad, no quiero que a mis nietos les digan que su abuelo fue un golfo o un estafador y voy a pagarlo todo; si me muero, lo harán mis hijos".
En la comparecencia también se encontraba el abogado personal del patriarca, Joaquín Yvancos, que explicó que la oferta de cesión de los derechos de cobro de la expropiación era una garantía más de cobro para los bonistas y que respondía a la firme decisión de Ruiz-Mateos de devolver los 250 millones en los que cifró el capital abonado por 3.000 bonistas.
"Nosotros ya hemos esperado 28 años para conseguir el capital que nos debe el Estado y los que se adhieran a la oferta cobrarán antes que los que esperen al concurso", explicó Yvancos, que aseguró que era el único patrimonio personal con el que contaba Ruiz-Mateos, el 50% de los derechos de cobro.
Ambos explicaron la situación en la que se encontraban las empresas en concurso de acreedores tras anunciar que las sociedades propietarias de los cinco hoteles de Canarias habían solicitado también suspender pagos. Y en ese momento, arremetió contra la justicia al asegurar que la excepción se había hecho norma con ellos. "Nos han quitado todas las empresas y unos intrusos se han hecho con todo. Es un robo brutal", aseguró el empresario visiblemente enfadado.
Explicaron que el futuro de sus empresas está abocado a seguir el mismo camino que Hibramer, la liquidación, "cuando son compañías viables que se van a malvender".
Por otro lado, Yvancos dijo que una agencia de valores de Fráncfort negocia con el Gobierno para comprar por el 50 por ciento de su valor las cantidades que Nueva Rumasa reclamaba por la expropiación. "Llevan año y medio".
Por último, el letrado explicó que habían ejercido el derecho de retracto sobre la deuda que Royal Bank of Scotland vendió al fondo americano Perella Weinberg.