La crisis inmobiliaria va a dejar tocadas, sin duda, a las entidades financieras que peor hayan medido sus riesgos. Ya lo vimos con las cajas valencianas en la promotora valenciana Llanera, que suspendió pagos, y lo hemos vuelto a comprobar esta semana en Caja España, que tuvo que hacer unas dotaciones de 84 millones por el fiasco de tres promotores. Pero el problema es que vendrán más quiebras.
Y aquí surge la pregunta clave: ¿Quién ha medido mejor los riesgos con los promotores inmobiliarios, los bancos o las cajas? Los datos del Banco de España no arrojan la menor duda: las entidades de ahorro han tenido más alegrías crediticias con los empresarios del ladrillo.
En los últimos años, las 46 cajas españolas han prestado un total de 151.673 millones de euros, lo que supone una exposición total a este sector del 19,2 por ciento sobre el total de créditos al sector privado español. Los bancos, mientras, han acumulado unos riesgos de 118.104 millones de euros en el último lustro, hasta suponer una exposición concreta del 16,3 por ciento.
Por lo tanto, según el organismo supervisor, el peligro con los empresarios inmobiliarios se ha disparado un 30% más en las cajas que en los bancos.
Cercimiento vertiginoso
Este crecimiento de vértigo se ha acelerado en las cajas en el último año, desoyendo las recomendaciones de prudencia del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que les ha pedido que huyan del sector inmobiliario. Así, a junio de 2006 tenían poco más de 100.000 millones prestados a los promotores, pasando a los 151.673 millones a junio de este año. Los bancos, por el contrario, sólo han saltado de 89.288 millones a los 118.104 millones, según los últimos datos del Banco de España.
Y las consecuencias se dejan notar. Las cajas de ahorro acaparan el 70% de los créditos morosos -con retrasos en los pagos y que no pagan directamente- con los promotores, aflorando un total de 626 millones, frente a los 200 millones fallidos de los bancos.
Esto demuestra que las cajas han gestionado peor el riesgo con los promotores, y ahora, ya no hay marcha atrás y se verán obligadas a realizar dotaciones para cubrir los impagos. Sólo en los últimos tres meses, a las cajas se le han colado 142 millones en créditos dudosos, mientras que a los bancos sólo 3 millones.
Gestión óptima
¿Hay alguna duda aún de quién gestionó mal estos riesgos? Lo cierto es que las cajas de ahorro han duplicado sus créditos al negocio inmobiliario y constructor en los últimos años hasta suponer alrededor del 70,47% de su cartera crediticia al sector privado y alcanzar la friolera de 554.290 millones de euros. Esta cifra contrasta notablemente con los bancos españoles que sólo han elevado su exposición hasta el 55 por ciento, es decir, 15 puntos porcentuales menos que las cajas.
De momento, la morosidad está controlada para los dos rivales del sistema financiero español, por debajo del 1%, pero esto no significa que vaya a seguir así. De hecho, la entrada de créditos dudosos crece a ritmos del 30% en los bancos hasta septiembre. El problema vendrá cuando los créditos crezcan muy por debajo de los niveles actuales del 19%, lo que disparará la morosidad. Los impagos en Europa rondan el 2%.