Empresas y finanzas

Ayesa negocia comprar una ingeniería en Brasil tras integrar a Sadiel

Confirma su ambición de ser la primera gran empresa tractora en ingeniería aeronáutica y defensa en España.

Ayesa, el grupo sevillano de ingeniería controlado por la familia Manzanares, intensifica su internacionalización y su diversificación más allá del sector de la obra pública para seguir sorteando la crisis a medio plazo como ha logrado los dos últimos años. La compañía, que ha cerrado hace días la adquisición del 51 por ciento de la mayor tecnológica de Andalucía -Sadiel- por 16 millones, está ultimando la adquisición en Brasil de una ingeniería especializada en energía.

"Queremos cerrar la operación en este año y estamos analizando tres empresas", explica José Luis Manzanares, presidente y cofundador de la empresa hace 45 años. La inversión que requerirá esta operación rondará los 10 millones de euros. "Tenemos recursos propios para asumir la operación de Sadiel sin recurrir a endeudamiento, pero no es ésta la única compra que vamos a hacer y por eso nos vamos a endeudar por primera vez en nuestra historia", desvela el directivo.

De hecho, en la toma de control de Sadiel, Ayesa va a pagar 6 millones con recursos propios y otros 10 a través de un préstamo bajo la modalidad project finance. Pero la deuda total que asumirá la compañía será mayor y se empleará en la adquisición de Brasil y en otras operaciones en estudio. "Nuestra internacionalización es una necesidad urgente ante la parálisis en España, debemos de pasar a ingresar fuera el 70 por ciento, desde el 40 actual, si queremos consolidar una ingeniería líder en España".

Estrategia de futuro

Entre esas otras operaciones en gestación, sobre las que Manzanares prefiere ser prudente por ahora, está la ambición de crecer en Defensa y Aeronáutica. Tal y como adelantó elEconomista a finales de marzo, Ayesa está trabajando para configurar un grupo de ingeniería andaluz que sea calificado como proveedor de ingeniería de primer nivel de Airbus (E2S).

Manzanares señala únicamente que trabajan para ser "una empresa tractora en ingeniería aeronáutica, algo que actualmente no existe en España". Lo que sí reitera es su ambición internacional en esta operación: "Para ser alguien en este sector hay que estar en EE UU, Alemania y Reino Unido, si no, no merece la pena".

Sobre la operación de Sadiel, que ha despertado cierta polvareda política y empresarial, el directivo es igualmente muy claro. La tecnológica pasa a estar controlada por Ayesa, pero mantiene en el accionariado a Endesa y Junta de Andalucía (22 por ciento en ambos casos), y a Cajasol (5 por ciento). Indra ha vendido otro cinco y sale del accionariado. ¿Ha favorecido la Junta, que es quien ejercía el poder real en la empresa, la oferta de Ayesa frente al interés de Indra u otras ofertas?

"No ha influido para nada el color de la camiseta sino el proyecto empresarial que hubiera detrás de cada oferta", zanja Manzanares. "En 2009 intenté comprar Oesía, pero no salió. Llevo años convencido de que el futuro de la ingeniería en los países desarrollados no está en hacer obras físicas, sino en la virtualización de procesos y por eso quería que Ayesa creciera en TIC", resume. "Tras Oesía, la segunda empresa que más me interesaba era Sadiel y me acerqué a la Junta. Ésta pidió entonces más ofertas y hemos competido con cinco. La nuestra ha sido la mejor por precio, condiciones de pago y porque nuestro proyecto se basa en la exportación de tecnología andaluza".

Manzanares, que vive en el barrio de Triana y ha escrito más de una decena de libros de ensayo y poesía, rechaza por ello los temores de los sindicatos de Sadiel sobre recortes de empleo. "Si por algo me he caracterizado es por crear empleo y por mi convicción de que la tecnología andaluza puede conquistar el mundo. La destrucción de empleo en España para competir fuera no es en absoluto mi modelo. Quien lo haga comete un error estratégico".

Ayesa, que tiene ocho oficinas en países de América, África, Europa y Asia, y trabaja en un total de 25 mercados, ya está tratando de vender la tecnología de Sadiel en Panamá, Perú, México y Chile. La unión con Sadiel eleva sus ingresos a 230 millones (sin contar la incorporación de la ingeniería brasileña) y la plantilla total a 3.000 empleados. La tecnológica ha sido valorada en 30 millones tras descontarse 5 millones de deuda neta sobre los 35 inicialmente establecidos.

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