
Lleva casi 30 años al frente de la SGAE, pero no está dispuesto a ceder el mando. Teddy Bautista, que se había planteado en un principio retirarse dentro de dos meses, al cumplir los 68 años de edad, ha cambiado ahora de opinión y se presentará a las elecciones de junio para perpetuarse en el cargo. | Teddy Bautista ordena el control de Twitter y Facebook
"Es peor que la dictadura de Mubarak", denuncian desde dentro de la junta directiva. Pero sólo lo hacen en privado. Prácticamente nadie se atreve a dar la cara. "O estás con Teddy o estás contra él. Y en ese caso estás fuera", dicen.
Todos obedecen a Bautista de forma sumisa. Todos, menos un grupo, liderado por el músico y director de cine José Miguel Fernández Sastrón. Hace unos meses decidió plantarle cara y tras cuestionar en el consejo sus decisiones, fue expulsado del mismo en abril de 2010. Ahora, desde su puesto todavía en la junta directiva, un cargo electo, del que no le pueden destituir, prepara la candidatura de oposición, la única que plantará cara al actual jefe de los autores.
Y denuncia un presunto pucherazo electoral: actos de apoyo organizados con cargo a la entidad, directivos llamando a los socios para exigir el voto a una determinada candidatura, unos estatutos modificados durante los último años a medida de Bautista para impedir que nadie pudiera plantarle cara y, lo que es peor, uso del censo de los socios mientras se niegan las listas a la oposición para poder hacer campaña.
El censo, bajo llave
"Hace días que la SGAE nos tenía que haber facilitado el censo de socios para poder solicitar los 1.500 avales necesarios con los que presentarnos a las elecciones, pero Teddy Bautista lo está impidiendo y vamos a certificarlo ante notario para llevarlo ante los tribunales", cuenta Fernández Sastrón.
En declaraciones a elEconomista, el conocido director de cine asegura que el actual presidente de la SGAE no sólo dispone del listado de socios sino que, además, está utilizando la infraestructura de la entidad en su propio beneficio, para hacer campaña y para llamar por teléfono a autores y editores a la busca y captura del voto que le perpetúe en el poder. "Y me consta que lo están haciendo, porque han llamado a mi propia casa para pedirme el voto", explica. Así, mientras la SGAE promociona irregularmente a su líder, los valientes que han decidido plantar cara a Teddy Bautista cuentan los días con la preocupación de no obtener el listado que necesitan hasta el 13 o 14 de mayo, justo antes de que finalice el plazo para presentar los avales o apoyos suficientes que les permitan optar a tres de las cuatro candidaturas de los colegios de autores que integran la junta directiva (músicos, dramaturgos, audiovisual y editores).
Teddy Bautista está tirando de todos los hilos a sus alcance para promocionar una candidatura concreta, cuando, en teoría, su papel como presidente de la SGAE debe ser justo el contrario: el de velar por la legalidad y la transparencia de todo el proceso electoral. Los estatutos de la sociedad establecen que en las elecciones no se elige a un presidente, sino a una junta directiva, que es la encargada después de designarle, para que posteriormente lo ratifique el consejo.
El problema es que Bautista y su equipo seleccionan tanto a los miembros de la junta como a los consejeros que después tienen que respaldarle. "Él mismo o el director de Socios y Clientes, Juan Nebreda, se encargan de seleccionar las listas y de llamar a los socios para decir a quién hay que votar", denuncia Fernández Sastrón.
Nadie lleva la contraria, porque en ese caso se queda fuera del círculo. Así le sucedió a Fernández Sastrón que en la Asamblea del pasado año y como miembro todavía del consejo levantó su voz por encima de las alabanzas a la gestión de Teddy Bautista. Decidió exponer sus dudas sobre el proyecto Arteria, el holding empresarial e inmobiliario creado en los últimos años en todo el mundo, y la consecuencia fue que dejó de pertenecer inmediatamente al máximo órgano ejecutivo.
Pero ese es tan sólo un pequeño contratiempo en todo un buque que ha sido minuciosamente diseñado para que Teddy Bautista no pueda ser desbancado. Empezando por el propio cargo que ocupa, creado por él mismo ante la imposibilidad de ser reelegido como director general, el primer puesto que ocupó, tras cuatro años.
Y no contento con tener un cargo exclusivo para él, ideó otro para Pablo Hernández, su mano derecha y considerado dentro de la entidad de derechos de autor como el dirigente en la sombra. Bautista creó el cargo de subdirector general para que fuera el delfín del actual director general, Enrique Loras García, y así ocupar su puesto una vez éste se jubile y abandone la sociedad a finales de año.
Otra historia es el número de votos necesarios (500) para presentarse como candidato de cada uno de los colegios que conforman la Junta Directiva. El colegio de gran derecho (los dramaturgos) está formado por 1.100 miembros y, por tanto, Fernández Sastrón necesita el apoyo de la mitad de sus integrantes para poder presentarse, algo muy complicado, ya que el actual presidente tiene atados de antemano los suyos.
El colegio de pequeño derecho (los músicos) está formado por 6.000 miembros y, aunque parezca que en esta candidatura puede resultar más fácil obtener los apoyos necesarios, lo cierto es que en la misma es donde Teddy Bautista tiene más poder.
Los otros dos colegios que integran la junta directiva son el de audiovisuales, formado por 2.000 miembros, y el de editores. Entre los cuatro colegios tienen que salir elegidos 38 consejeros el próximo 30 de junio, de los cuales treinta serán autores y ocho editores.
Fernández Sastrón considera que no se tendría que exigir el mismo número de votos para cada candidatura ya que, en el caso del gran derecho, por ejemplo, es necesario obtener el apoyo de prácticamente el 50 por ciento mientras que en el del pequeño derecho apenas se necesita un 8 por ciento. Y a esto se añade otra dificultad. La SGAE tan sólo permite votar a menos del 10 por ciento de los 100.000 socios . Una situación que puede traer muchos quebraderos de cabeza a Teddy Bautista, ya que los minoritarios han amenazado con impugnar las elecciones para poder votar.
Voto por correo
Otro cambio que reclama la oposición a Bautista es la regulación del voto por correo. El sistema actual apenas está controlado, ya que las papeletas que se envían no están marcadas con un código de barras.
A dos meses de los comicios, los aliados de Teddy Bautista aprovechan la mínima oportunidad para recabar apoyos. Fernández Sastrón explicó a este diario que la visita oficial que realizó este año Caco Senante, consejero y miembro de la junta directiva de la SGAE a Sevilla para proponer una asamblea, se convirtió en un acto electoral en toda regla.
Durante su visita, Senante dio una comida presuntamente a cuenta de la SGAE a los principales autores andaluces en la que hizo campaña electoral por Teddy Bautista. El presidente de los autores lo tiene todo atado y bien atado. Pudo haberse retirado con una pensión de 24.500 euros al mes, tal y como estaba previsto, pero quiere mucho más. Sobre todo ahora, que la normativa del canon digital ha sido declarada ilegal.